El viaje hacia la casa fue en un silencio bastante cómodo. Ninguno tenía algo interesante para comentar. Los ojos de Kenzie no se despegaban de la ventana, contemplando todo; no quería perderse ningún detalle.
—¿Cómo estuvo el viaje? —Harry decidió romper el silencio.
—Bien. Lo único fue que morí de hambre, papá. Fue una tortura, sólo había maní —una mueca de desagrado apareció en su rostro y los otros dos rieron.
—Eres la única persona que conozco que odia el maní. Es tan... —Maddie miró hacia arriba y suspiró—, delicioso. Papá, tengo hambre, quiero maní.
Una carcajada escapó de los labios de Harry. —Pasaremos por el supermercado y compraremos.
—Exijo oreos, ella tiene maní, yo oreos, ¿no es así? —el rizado asintió.
—Sus deseos son órdenes, mis princesas —sabía que las niñas decían aquello en broma, pero de todas formas se los compraría.
—Kenzie, mañana Maddie tiene un ensayo. Mientras ella esté allí iremos a recorrer la ciudad con el tío Zayn, ¿quieres? —propuso. Los ojos de la niña brillaron ante lo nombrado por su padre.
—¡¿Que si quiero?! —exclamó frenéticamente—. ¡Está claro que lo hago! ¿Brooke irá?
—Sí, ella tiene su ensayo cuando tu hermana termine el suyo —los ensayos de los solos habían comenzado. Cuatro horas de ensayo por día cada una. Cuando estos acababan, comenzaba el ensayo del baile en grupo.
—En este preciso momento me siento apartada —se cruzó de brazos la mayor.
—Oh vamos, otro día las llevo a las dos y tomamos un helado, ¿bien?—fue suficiente para convencerla.
Luego de una pasada por el supermercado para comprar algunas cosas y lo que las niñas habían deseado, se encontraban frente a la puerta de su temporal residencia.
—Wow, es... magnífica —la pequeña la observaba con ojos soñadores—. Voy a tener una casa así, me refiero a cuando sea mayor, tú me la comprarás —dejó a la vista su hilera de dientes con aparatos.
—Por supuesto que te la compraré —Harry habló con sarcasmo. Tomó las valijas de Mackenzie y caminó hacia la puerta, tomó la perilla y la abrió. Primero pasaron sus hijas y luego él.
—¡Kenzie! —tres pares de ojos se posaron en una alborotada chica que bajaba apresurada las escaleras.
Brooke la tomó por la cintura y la giró sobre el aire, haciendo reír a los demás.
—¡Brooke! ¡Te extrañé! —la felicidad prácticamente se les salía por los poros. Dos muchachos junto a una niña entraron a la sala—. ¡Tío Zayn!
La niña se soltó del agarre de su amiga y corrió a los brazos de su apreciado tío. Éste repitió la acción de su hija en ella, dejando sus pies sin tocar el suelo.
—¿Cómo está mi pequeña cowgirl?
—Muy bien, Z —acortó su nombre.
—¿No se llamaba Mackenzie? —el entrecejo de Kendall se frunció en confusión, todos rieron.
—El día que nos conocimos tenía una competencia, justamente bailaba de vaquera. De allí el apodo —depositó un beso en su mejilla, a pesar de ni siquiera tener noción de su nombre.
—Hola, soy Louis —se presentó con educación.
—Ahora entiendo —chasqueó la lengua—. Ella es Kendall, ¿o me equivoco?
—Nope, estás en lo correcto.
Después de las presentaciones, los siete se sentaron en la cocina mientras el mayor de todos cocinaba una pasta. Las niñas hablaban de cosas de chicas, algo que a los mayores les importaba poco y nada. Al terminar la pasta, Louis la sirvió en los respectivos platos de cada uno y se sentó en una de las sillas. Comieron en silencio, un cómodo y agradable silencio. Todos se sentían de maravilla por la llegada de la más pequeña de la familia Styles.
—¿A qué te referías cuando dijiste ahora entiendo? —la curiosidad mató al gato, en ese caso, a Malik. Kenzie y Maddie se atragantaron con su comida, Harry se paró y les golpeó suavemente la espalda con el ceño fruncido.
—Yo-eh-quiero ir al baño. Maddie, acompáñame —tomó su brazo y la sacó de la cocina a la fuerza.
—¿Qué fue eso? —Brooke miraba su plato de comida con una sonrisa asomándose por su rostro. La sonrisa terminó de formarse y cambió a una sonora y alta carcajada.
—¡Lo siento! —gritó entre risas por la mirada desagradable que su padre le envió.
—Sigue comiendo —unos segundos más tarde, todos estallaron en carcajadas sin razón específica.
—¿Vieron cómo se fueron? ¡Traman algo! —asintieron frenéticamente, intentando recuperarse del ataque de risa.
—¿Por qué nos reímos?
—No lo recuerdo —las risas sonaron nuevamente por la habitación.
—Me debes una por salvarte de eso. Mientes horrible —Mackenzie señaló una vez en el baño.
—Eso estuvo muy cerca —susurró alargando la u.
—¿El plan no ha cambiado, verdad?
—No. Papá cree que el plan entre él y yo es derrotar en todo a Louis y Kendall. Algunas cosas de las que debe hacer serán suficientes para ayudarnos —la otra asintió.
—¿Crees que funcionará?
—Estoy bastante segura. Volverán a estar juntos, lo harán.
—Confío en tus palabras.
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N/A: Haciendo capítulos largos soy un fracaso JAJAJJAJAno, si es corto o largo es corto o largo y listo. Les actualizo casi todos los días así que espero que estén conformes... Los amo y agradezco por el apoyo y todos sus comentarios alentadores, o algunos que me hacer llorar de la risa.
Vi en sus comentarios que hay lectoras de muchas partes y la verdad es que me alegra mucho eso ofioitgjgtioj
Besitos by yo.
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Dance Dads || l.s (Completa)
أدب الهواةJunto a sus hijas pelean por una misma razón: tener éxito en el famoso programa. No hay sentimientos, sólo rivalidad. ¿Lo lograrán? Registrada en Safe Creative bajo el código: 1512115995731 © larryispower_ 2015 No se permiten copias o adaptaciones...