Poco a poco-cap15

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Dominic


Todo era un lío en mi cabeza; después de la película, Adam y yo nos quedamos unos diez minutos acurrucados pero el timbre sonó así que subí y dejé que Adam abriese.

Pasaron como veinte minutos hasta que alguien tocó la puerta de mi cuarto; estaba leyendo así que me quité las gafas y fui a abrir.

-Hola enana- dijo Nick mirándome fijamente.

-Oh hola, ¿todo bien?- pregunté ya que parecía algo tenso, tenía los brazos cruzados y la mirada dura.

-Sí, pero mamá me ha llamado; dice que cree que es mejor que vuelvas la próxima semana- me quedé helada. 

-¿Qué? no- dije frunciendo el ceño- me gusta estar aquí y no quiero volver tan pronto Nick, he venido para quedarme un tiempo, y solo ha pasado un mes y algo- dije mirando a mi hermano.

-Sabes como es ella, intenta convencerla y por mi genial que te quedes, pero es capaz de coger un avión para llevarte hasta allá- dijo y tenía razón; suspiré en modo de respuesta.

-Si necesitas ayuda estoy en mi cuarto- dijo para marcharse escaleras abajo.

No entendía nada. ¿Por qué de repente mi madre quería que volviese?

Desde que llegué hemos hablado literalmente tres veces; y todas para preguntarme si necesitaba dinero.

Me tumbé en mi cama y empecé a pensar; y sinceramente preferiría no haber hecho eso. Porque para mí el pasado aún no estaba pisado.

Daniel..

Respiré hondo al recordar. Sabía que no me hacía bien pensar en eso pero de algún modo retorcido quería pensar en el pasado; no quería dejarlo atrás. Y quizás ese fue mi error.


-¡Daniel para!- dijo la pequeña riendo.

-No soy Daniel...soy...¡el monstruo de las cosquillas!- dijo el muchacho haciendo reír a la niña del cabello oscuro.

-Menuda idiotez, callaos, no escucho la tele- protestó un tercero; un chico que recién entraba en la adolescencia.

-¡Oh venga Nick! no seas aburrido- exclamó la niña del cabello oscuro.

-Dominic deja de gritar, pesadilla- contestó él.

-Dejad de pelearos anda- dijo el mayor de los tres sentándose en el borde de la ventana.

La pelinegra se levantó del suelo y corrió hacia el chico que intentaba ver la televisión, lo cual parecía una tarea imposible.

-¡Agh quítate de en medio Dominic!- dijo él empujando a su hermana; la cual dio unos pasos hacia atrás por el impulso. Chocando así con Daniel; el cual estaba apoyado en la ventana...

El viento esa tarde era fuerte; había tormenta, y por eso tuvieron que quedarse en casa. Sus padres estaban abajo, en la cocina, cuando escucharon a su hija gritar.

-¡Papá!¡mamá!- exclamó la muchacha al ver cómo su hermano había caído desde ese tercer piso.

-¡Daniel!- el pre-adolescente gritó acercándose a la ventana esperando ver a su hermano agarrado al muro.

Pero el destino fue cruel. Esa tarde unos padres perdieron a un hijo. Dos hermanos quedaron con un vacío y una sensación de culpabilidad en el pecho. Ese día...

Un amor imposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora