Lauren
Ya hace rato las lágrimas habían dejado de caer, estaba esperando algo, en realidad no sabía qué era con exactitud, ¿Que Cristal me pegara más?, ¿Me gritara?, ¿Me matara?, pensar en todo eso al mismo tiempo hizo que me doliera el estómago, podía jurar que mi cuerpo estaba tan asustado que no paraba de temblar.
— Ya déjate de dramas, Lauren. Cuando a mí me secuestraron no boté ni una sola lágrima, ese malnacido no se merecía nada de mí. — aquello me dejó asombrada, casi parecía que me estaba hablando en tono de confianza.
— ¿Hace cuánto te pasó eso? — inquiero, ella podía estar actuando mal, pero mi empatía a diferencia de la suya, sí estaba. Se sienta enfrente de mí, sus ojos parecen debatirse uno con el otro, como si quisiera hablar pero a la vez no.
— Dos años y unos cuantos meses, Había regresado de España porque mi madrastra había enfermado y quería estar un tiempo con ella. — calla por unos segundos y toma aire. — Me dijo que estaba mejorando, no quería que me preocupara. Aproveché para pasar por mi viejo vecindario, el que compartía con Kael y Carrie... — suspira, una lágrima sale de repente y toma una bocanada de aire llena de melancolía, siento su pesar de inmediato. — Cuando iba a preguntar si Kael estaba me di cuenta de que no había nadie en casa, rendida y desilusionada caminé de regreso a mi casa, mi gran error fue esperar que nada me pasara, ni siquiera era muy tarde, eran las seis de la tarde, iba abrigada de pies a cabeza porque ya era primavera. Un auto ofreció llevarme, cortésmente dije que no, el señor parecía de unos treinta y tantos y parecía amigable, se fue, o eso creía yo... cinco minutos después él regresó y paró el auto a la par mía, se bajó y me puso un pañuelo en el rostro, era cloroformo. — mi respiración se detuvo por un instante, sus lágrimas bajan y por un momento pude sentir un nudo en la garganta. — Me llevó al cobertizo de su casa y me violó 4 veces en dos noches, recuerdo que desarrollé una especie de escudo que no me permitió llorar, sentir dolor, sentir desesperación o miedo. No quería sentir nada por aquella escoria.
— Cristal... — susurro, ella me voltea a ver con una pequeña sonrisa.
— Mi padre y mi madrastra pusieron la denuncia, yo logré escapar golpeando al hombre en la cabeza, luego de varias horas intentando desatar las sogas en mis muñecas. Solo recuerdo que llegué a una comisaría, con la piel pálida y mi ropa sucia, sin haber comido... Cuando preguntaron mi nombre no supe qué responder y me desmayé. Al despertar mis padres estaban ahí, pero yo sentía algo, no era la misma. ¿Quién lo sería después de una violación, verdad? Ya no lograba sentir mucho, era como si algunas emociones se aislaran. Me fuí y empecé mi vida en España, Kael nunca supo esto, con esmero intentaba que pudiéramos tener comunicación por redes sociales, nunca respondió. — Dios, le quería dar un abrazo tan fuerte. — Después de uno meses de mi partida la investigación dió frutos y atraparon al maldito. Se está pudriendo en la cárcel. — de un momento a otro su semblante cambia y eso me genera cierta curiosidad. — No quiero tu lástima, Lauren... Yo no te conté esto con...
La interrumpo. — No la tienes, solo tienes mi admiración por ser tan fuerte. — dije firme, ella me mira sorprendida.
Mientras ella contaba todo eso, la compadecí y me puse en sus zapatos, ella estaba mal. Ella aún no se había recuperado de todo aquel trauma, bueno, ¿Quién lo hacía totalmente? Cristal veía su lugar seguro en Kael, tal vez porque había sido su primer amor y su primera vez, el chico con quién había compartido el momento de la muerte de su mejor amiga e innegablemente había sido alguna clase de apoyo mutuo. Veía su lugar en él y al no ser aceptada ella se sentía atacada.
— Cristal... Yo... ¿Por qué haces esto? — pude hacer elegido mejor mis palabras, pero ya las había dicho, me voltea a ver con las cejas fruncidas. Su mirada me expresaba tranquilidad.
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La Realidad De Los Chicos Malos
Teen Fiction❝ Los chicos buenos se van al cielo, pero los chicos malos bajan el cielo para ti. ❞ - Heaven, Julia Michaels ¿Y quién era él? Sencilla repuesta, chico malo de primera. ¿Cautivaba?, por supuesto. ¿Hipnotizaba?, obviamente. ¿Mojaba bragas?, era como...