MARQUÉ [TINCAN]

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Can estaba cansado, la marca le picaba y ardía, estaba tomando un vaso de agua fuera de la oficina del mayor, gemía de dolor, bajito, las miradas estaban puestas en él lo cual lo ponía nervioso y su cuerpo empezó a temblar, terminó rápido su agua y entró a la oficina suspirando, no le gustaba la atención que le daban, muchas omegas lo veían con odio y eso le ponía los bellos de punta.

El Alfa sintió algo y se levantó, sabía que era del menor, se acercó a él y lo abrazó, estaba temblando, lo cargó, era liviano entre sus brazos, lo llevó a sus piernas cuando se sentó enfrente de su escritorio, lo tomó de la cintura colocándolo de lado, vio la rojiza marca y sabiendo que pasaba empezó a lamer, dándole besos que hacían enrojecer las mejillas del menor.

La puerta se abrió y la madre los veía con una ceja alzada, era la primera vez que los veía en algo más íntimo, esperaba poder hablar con su hijo pero al ver al pequeño omega en esa posición y junto a su hijo desistió, eso lo tenía que hablar con su hijo, era importante, el menor se separó del mayor y escondió su cara en el cuello del Alfa, el mayor sonrió y levanto la mirada a su madre, sonrió y le indicó que entrara del todo, la mujer avanzó y se colocó frente a la pareja, o bueno eso ella creía que eran.

- ¿Cómo estás? —preguntó y eso era realmente una pregunta muy mala, ella sabía que estaba bien, pero sin poder abordar el tema que tenía pensado recurrió a otra plática.

💙💚

Tharn estaba aparcando su carro frente a la imponente casa de su padre, salió del carro con una gran opresión en su pecho y juraba que esa mañana solo se había intensificado, estaba desesperado, no lograba dormir, como si le faltara algo o más bien alguien, suspiro y toco el timbre, al instante una sirvienta abrió, reconoció al chico y le indicó que su padre estaba en su oficina, caminando con su tan impecable porte entró en la oficina de su padre quien estaba mirando unos papeles muy concentrado.

- ¿Qué es lo que te preocupa? ­—preguntó sin levantar la vista.

Tharn se sorprendió, pero bueno, su padre siempre era así, sabía las cosas antes de que él le dijera algo.

- Algo raro me está pasando —dijo y se colocó en la silla enfrente de su padre.

- Okey ­—el padre levantó la mirada, lo observó atentamente, vio el sudor en la frente y las manos, el ligero tambaleo del cuerpo y sentía el olor a desolado, vio más allá, era su hijo y sabía perfectamente lo que pasaba.

- Acabas de perder a tu omega —dijo el señor viendo a su hijo desaprobando la acción.

- Yo no tengo omega —dijo Tharn, él nunca había tenido un omega, solo parejas de cama. 

- Tu Alfa ya reclamo a su omega, y con tu pensamiento acabas de perderlo, si no haces algo solo será peor cada día, tienes que encontrarle, estar con él y marcarle, dime como se llama el omega que alejaste ­—reclamó el señor.

Tharn no sabía que decir, no quería decir el nombre del chico con el que se había relacionado y menos por las últimas palabras que le dijo, sabía que él era el único omega del que hubiera podido unirse a su Alfa, suspiró.

- Type Kanawut, él tiene una reputación muy mala, su familia...

- Sé quiénes son sus padres, sé todo del joven Kanawut, un joven quitado de sus padres por sus tíos, se separó desde muy chico de esa vida gracias a sus padres, sus tíos murieron hace unos años y él ha vivido solo desde entonces —dijo el señor, él sabía con quienes se veía sus hijos y al ver que había un interés en ese omega lo investigó.

- Él no puede ser mi omega, no puedo traer su reputación a la familia —dijo el Alfa suspirando­.

- ¡Cállate Tharn! ¡Es tu omega, así que soluciona, la sociedad y el apellido Kanawut son algo que deben superar! Si no lo haces lo perderás para siempre y te lo lamentarás —dijo el mayor molesto, Tharn asintió, sabía que su padre tenía razón, iría a ver a Type, esperaba que lo recibiera y perdonara.