MARQUÉ [TINCAN]

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Can al llegar a la casa se encerró en el baño, se transformó y tomo una toalla, se dio un baño, y salió con la toalla enredada a su cuerpo.

Tin estaba en bóxer cuando salió su pequeño, el menor le vio, tenía una mordida no tan notable en el costado del vientre, se acercó al mayor y le besó, se abrazó a él, lo amaba.

Tin le tomo de las caderas, estaban mojados, el menor sonrió y se apegó a su alfa, el mayor le tomó las piernas antes quitándole la toalla, le cargo y lo acostó en la cama con cuidado, le besó, la marca en el cuello y todo donde pudiese.

Tin se despojó del bóxer, estaba encima del menor, besándole, se separó, los labios del menor estaban hinchados y rojos, sonrió con orgullo, llevó su mano a la entrada del menor y se encontró con que estaba muy listo, sin poder soportarlo alineó su falo y se introdujo lentamente en él, empujaba lento pero profundo.

La habitación estaba inundada de gemidos, el menor tenía agarrado al mayor, suspiraba y gemía, el mayor empujaba cada vez más rápido, estaban por llegar cuando Tin sintió el olor de los padres del menor, maldijo en su mente y empujó rápido, tomo el falo del menor y le masturbó, el menor se vino y su miembro se atrapó en el apretado interior del menor, lo cual le hizo venirse.

El menor gimió de gusto al sentir su interior abrirse por el nudo del mayor.

Tin al sentir como el nudo desaparecía se salió, tomó de un cajón toallas y unas toallas las humedeció, limpio el culo de su omega, le beso y se limpió a él, ya no tenían tiempo.

- Tus padres están por llegar, cámbiate bebe, voy a recibirlos —le besó, y bajó, su madre llegaría a ser demasiado intensa con sus ahora suegros y eso no lo permitiría tan fácilmente.

Tin se colocó ropa rápido, el menor le veía arreglándose con tranquilidad.

Tin bajo justo a tiempo, una de las sirvientas estaba abriendo la puerta, los padres de su omega se presentaron ante él.

- Buenas tardes señores, Can está arriba, en un momento baja —dijo formal.

- No cariño, ahora eres el alfa de mi pequeño, tutéanos —dijo la mujer.

- Está bien —dijo y su madre se presentó ante ellos, vio a la pareja de arriba abajo, esperaba que le cayesen bien ya que su madre podía ser un dolor de culo cuando alguien le caía mal.

- Soy la madre de Tin, alfa —dijo, aunque lo último no lo necesitaban, con su tono de voz, su forma de ver y caminar uno se daba cuenta.

- Tin, tengo hambre —llegó el menor, vio a sus padres y luego a su suegra, el ambiente era pesado, suspiró, su madre podía ser demasiado celosa, nunca dejaba que otras madres se le acercaran, fue a donde Tin y le abrazó.