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Can nunca supo nada del celo, nada que realmente le dijera que estaba en él, solo sentía su cuerpo caliente, se acostó y se pegó a su alfa queriendo su calor, este muy, demasiado borracho ni se dio cuenta.

El olor despertó a Tum quien fue el que menos tomó, el olor era tan potente, le estaba enloqueciendo, por suerte Tar despierto también y trato de controlarlo, pero él sabía que necesitaba salir de esa cama, antes de cometer una idiotez.

Tharn despertó, el olor le penetraba todo su ser, era extremadamente dulce, su lobo estaba enloquecido y estaba amenazando salir. No podía controlarse.

Lawan lo sintió como un balde de agua, era exquisito y su loba estaba complacida, hace tiempo que no sentía el olor de un omega en celo, pero ella siendo cuerda no tardó en transformarse en su versión lobo y salió de la casa, su habitación estaba en la planta baja y no batallo, esperaba que todo saliera bien.

Tin despertó, Can estaba despierto y se movía mucho, el olor le golpeó.

Sus ojos oscurecieron y sintió el olor de los dos alfas dentro de sus casa, Can le vio intrigado ya que había gruñido.

- Estás en celo —dijo y atacó los labios del menor, en ese momento Tharn en forma de lobo entró a la habitación, detrás de un omega, Type.

Tin se paró, Can se pegó a la pared, Tin se trasformó en lobo y se colocó frente al otro, Tin era alfa de sangre por lo cual pudo controlar a Tharn, quien ya en sus casillas, le indico a su chico que salieran, en forma lobuna salieron de la casa.

Tum estaba besando a su omega, era su forma de descargarse, sus manos bajaron bajo las prendas de su pequeño, sobo su pancita y sonrió, su bebé ya estaba ahí.

Can empezó a sentir su entrada lubricada y quería a su alfa dentro y chilló, necesitaba a Tin, el susodicho fue a donde el, se trasformo y fue a donde su pequeño, le desprendió las prendas rápidamente, sentía la necesidad de su pequeño.

Sus cuerpos se sobaron, el menor quería más, más de su alfa, le necesitaba, pero el alfa se estaba controlando, le besó, le acarició, trato de calmar todo lo que pudiera sin llegar a más.

Toda la noche estuvo atendiendo a su omega, quien gemía y disfrutaba, sus labios rojos de tantos besos quedaron.

Sus mentes solo podían pensar en su pareja.

Se amaban y por eso el alfa sabía que no podía embarazar a su bebe, estaba muy chico y sufriría con un embarazo.

Tum embestía brutalmente a su omega quien gemía, sus cuerpos estaban sudorosos, sus labios hinchados, la piel lechosa del omega estaba marcada de muchos chupetones.

Tum había aprendido que su omega era un chico muy bueno y le amaba, sus bebé había llegado demasiado rápido pero el trataría de que todo fuera y saliera bien con el embarazo.

Se vino, el menor recibió el nudo y se durmieron juntos, abrazados, Tar ese día amo aún más a su alfa, él no contemplo nunca ir por el omega en celo, estuvo con él.

MARQUÉ [TINCAN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora