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Type estaba junto al alfa, ambos recostados sobre unas rosas cerca de un lago, el aire era puro y fresco, el alfa le miró, no sabía nada del chico y eso le intrigaba, era ahora de su manada y él como el alfa debía saber.

- Pregunta —dijo el menor sabiendo por el olor que desprendía el alfa.

- Eres bueno —dijo el mayor refiriéndose al olfato del chico—. Bueno ¿De dónde eres? —pregunto viendo al cielo el cual se veía muy poco por los árboles que extendían sus ramas.

- Soy de Tailandia —dijo suspirando, sentía añoranza de estar junto al alfa que un día pensó que sería quien lo marcaría.

- ¿Por qué dejaste ese lugar, a tus amigos y familiares?

- Bueno, familia no tengo ahí, solo un amigo pero acaba de ser marcado y supongo que ya no pasaría más tiempo con él, además ya quería vivir, ser feliz —dijo sin mencionar al alfa, sentía que eso solo lo debía saber él, era su secreto en esa nueva manada.

- Okey, estás incómodo así que mejor regresemos —dijo el alfa levantándose seguido del omega.

💙💚

Can estaba hambriento cuando despertó, estaba solo, la luz del día se colaba por las ventanas, sonrió le gustaban los amaneceres, sus manos fueron a su pancita que gruñía por recibir alimentos, se levantó y el frío le pegó, tal vez estaba el sol pero el frío estaba muy fuerte para su cuerpo, buscó en la ropa que le compró el alfa, encontró un suéter azul celeste que le llegaba por los muslos y se lo colocó, le quedaba grande pero era muy calientito, salió con calcetas abajo, escuchó ruidos y su caminar fue más rápido.

Al llegar a la cocina vio a la madre de su Alfa cocinando, al verlo sonrió, ante los ojos de ella el pequeño era muy tierno y haría lo posible porque su hijo se quedará con él, el menor volteo y vio al alfa sentado en la isla tomando un café, sonrió y caminó.

- Pequeño, pasa, no has comido —dijo la mujer dedicándole una sonrisa.

Al instante el alfa volteo viendo al pequeño en una faceta muy tierna, se levantó y fue hacia él y lo tomó de la cintura.

- Vamos pequeño, a desayunar —dijo el mayor y soltándolo hasta que solo sus manos estuvieran unidas, ambos se sentaron en una silla pegada el otro.

- ¿Tienes hambre? —preguntó Lawan.

El menor asintió emocionado por recibir alimentos y los dos mayores ahí sonrieron, el mayor se acercó observando la marca del menor.

- ¿No te duele hoy la marca? —preguntó.

- No —susurró con sus mejillas rojas.

- Eso es perfecto para tu salud, pequeño —dijo al oído del menor.

- Ya tórtolos, a desayunar pequeño —dijo la mujer haciendo que las mejillas del menor tomaran un intenso color rosa, Tin sonrió y besó la mejilla del omega.

Can levantó su mirada y vio un plato de panqueques, una taza de chocolate, un frasco de mermelada, chocolate líquido, maple y queso philadelphia, sonrió y tomo el tenedor y empezó a comer mientras los alfas tomaban simplemente café.

MARQUÉ [TINCAN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora