MARQUÉ [TINCAN]

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Tin se despertó sintiendo mucho calor, estaba caliente y quería estar dentro de su omega, sin poder contenerse empezó a besar la carita del menor, sobó sus caderas y se colocó encima de él, el menor abrió sus ojos perezosamente, vio a su alfa y el color en sus mejillas no tardó en parecer, el mayor con esa imagen tan tierna se endureció, le beso con pasión, el menor sorprendido trato de seguirle, le dio un beso de pico al final, se acomodó, abrió las piernitas del menor, tocó los lechosos muslos del menor, con una mano tomó el falo del menor, le empezó a masajear, el menor emitía gemidos ahogados que el mayor disfrutaba.

Los labios del menor fueron tomados por los del mayor, el menor empezó a lubricar, el mayor soltó el falo del menor y metió uno de sus dedos en el omega estaba lubricado y sin poder impedirlo gimió de placer, no tardó y empezó a penetrar lentamente al menor.

Sentía como la entrada del menor le apretaba, el placer era profundo y de lo mejor que él hubiera sentido antes, el menor gimió, tomó la nuca del mayor con sus manos, el mayor por su parte tomó las caderas del pequeño.

Se enterró profundo, más rápido pero no tanto como desearía, el menor no tardó en correrse.

El mayor sintió como la entrada del menor se apretaba sobre su miembro, gimió y se corrió, el nudo se formó, Can gimió de dolor mientras se abrazó a Tin, este último mencionado se movió dejando al menor encima de él.

Can por impulsó besó los labios de su alfa, el mayor sonrió y empezó a marcar un ritmo en el beso.

El nudo se desvaneció y el mayor lentamente salió, beso a su pequeño, le abrazo y tapó bien sus cuerpos, bajó su vista a la marca, sus labios la besaron y lamieron, la marca era hermosa en ese cuello tan hermoso.

El menor sonrió, le gustaba estar con su alfa, le gustaban los abrazos de su alfa, le gusta su alfa... amaba a su alfa.

Sonrió, se separó del mayor y se acurrucó en el cuerpo del mayor, se movió de encima de él y lo abrazo, se pegó al pecho del mayor, sintió como su alfa le besaba la cabeza, se acurrucó más, tenía frío y sin poder evitarlo se quedó dormido.

Tin sonrió, la respiración del menor estaba calmada, sabía que estaba dormido, era todo un pequeño bebé para él, pero aun así, era su omega, le amaba y le cuidaría siempre, con su vida y en un futuro tendrían hijos, porque si él quería cachorros con su pequeño.