En el transcurso el omega se quedó dormido, ahí, sobre el alfa quien aspiraba el exquisito olor dulzón que el omega frágil emitía, le encantaba.
Respiró hondo, se sentía mal por hacerle eso al pequeño, era demasiado joven y frágil para empezar a sufrir las molestias y la carga de mantener una marca, él debía de cuidarlo el doble, porque era su omega y su instinto y amor habían salido sin aviso alguno y el encontraba hermoso ese tierno omega de hermosos orbes azules.
Después de un tiempo en silencio el alfa de ojos miel habló.
- ¿Cómo pasó? -pregunto calmado y con un poco de preocupación.
- No lo sé, fue como si mi alfa me dominara, él quería al omega siendo suyo desde ya, lo sentí, la unión se creó desde antes, él es mi mate, solo que ahora tengo a un omega marcado siendo aún muy pequeño -emitió viendo el bultito sobre sus piernas y lo apretó más a su cuerpo.
- Apenas tiene 16 -habló Tharn con voz angustiada.
- Joder, es un niño apenas ¿vez lo que te digo? -emitió el de ojos verdes con preocupación mirando el bultito, era hermoso - Además no sé nada de él -volvió a hablar.
Tin estaba hecho un lio en su mente, era demasiado para asimilar en un día, un omega marcado, su mate, demasiado para el alfa de una normal vida tranquila.
- Se llama Can Kirakorn, su mejor amigo es Type Kanawut, no le gusta beber, ni salir de fiestas, es un omega de casa, no es para nada como los demás omegas lujuriosos, es gracioso además de inocente -le dijo el alfa de ojos miel recordando lo que el omega amigo del menor le había contado.
- ¿Cómo sabes eso? -preguntó con malestar el castaño, le molestaba que alguien más supiera de su omega.
- Type, el omega con el que estaba anoche me dijo, somos algo como frecuentes -dijo el alfa y al instante sintió como su alfa interior rasgaba en disgusto con las palabras. Paró el coche frente a la casa de su amigo, no en el departamento ya que bueno, ese era su omega.
- Gracias Suppasit, no seas tan idiota con tu omega -dijo saliendo con el omega en brazos como pudo.
- Más tarde mando a uno de mis empleados a dejarte tu coche, cuida de tu cachorrito -habló ignorando lo dicho del más alto. El castaño negó y caminó hasta su casa, donde una beta abrió la puerta dejándolo pasar mirando el pequeñín que llevaba el alfa, más nadie dijo nada.
Tin camino sujetando bien al omega, quien sorprendentemente no se había despertado, entró a su habitación y lo acomodó en la cama con dificultad ya que no se quería apartar por lo que decidió acostarse con él, dejando de lado sus obligaciones.
En su teléfono revisó pendientes de ese día en la empresa y envió las indicaciones a su secretaria, pudo sentir como el cuerpo del menor se movía acomodándose y se aferraba a su cuerpo con necesidad, sonrió y con un brazo rodeo la cintura del pequeño, dejando de lado su teléfono.
Despertó y sonrió al sentir el calor que emanaba el cuerpo del menor, se movió un poco y tomo su teléfono, había dormido dos horas y el menor debía desayunar, tomó el teléfono y mandó un mensaje al mayordomo beta con las indicaciones de lo que quería para desayuno, además de que lo llevaran a su habitación, suficiente para dos personas.
Media hora pasó, en la que él se dedicó a observar el hermoso rostro del omega, sus mejillas rosadas, sus labios gruesos y rosados, su naricita fruncida; le encantaba. Las betas entraron después de que él les dijera que pasara y dejaron todo en una mesita que se encontraba ahí, al finalizar salieron y se quedó Alice observándole con una sonrisa, se acercó.
- Espero les guste, hice un postre especial, estaré abajo si necesitas algo cariño -habló la beta, él sonrió.
- Gracias Alice, te quiero -dijo, quería a la beta como a una madre ya que ella había estado desde que estaba chico y le apoyó en los peores momentos.
- Yo también, cuida del chico -le sonrió, salió dejándolo solo con el omega, sonrió feliz, ella había aceptado al menor pese a verlo muy chico.
Miró la comida y después al pequeño, le movió suavemente para que despertara, sonrió al ver las muecas en el hermoso rostro y se acercó a su oído.
- Vamos pequeño, debes desayunar -susurró y se alejó.
El menor olfateó moviendo graciosamente la nariz y abrió los ojos, brillosos y se sentó sonriendo, un ruido apenas audible emitió su pancita haciendo que Tin sonriera enternecido al ver cómo las mejillas tornaban un hermoso color rosa.
- Quédate ahí, te traeré el desayuno - dijo y se levantó viendo como el menor asentía con una sonrisa tierna en los labios.
Tin tomó las cosas y las acomodó en la cama, un plato con muchas cosas en las piernas del menor, todo eso lo hacía mientras respiraba hondo disfrutando del hermoso olor natural del omega, era dulce pero no le empalagaba, era frambuesa y jamás pensó que las frambuesas emitían un olor tan exquisito hasta que conocía a ese omega, su omega.
Sintió la necesidad de acercarse al omega y enterrar su nariz en el cuello de este, justo donde el olor era más intenso, se contuvo, vio como el menor tomaba tímidamente la comida, sonrió y se sentó cerca del menor, tomo un pedazo de bizcocho y lo llevo a la boca del omega quien le sonrió tímidamente con un rosa ligero en las mejillas y abrió la boca solo un poco, acercó el bocado hasta dejarlo dentro de la boca del menor, este sonrió y masticó.
Sin poder evitarlo dio un beso en la sien del menor.
Can se sentía cómodo, feliz, como si estuviera en el lugar correcto solo por la presencia del alfa, se sentía seguro, terminó de comer y le sonrió al mayor.
Tin quitó los alimentos y lo volvió a colocar en la mesa, al terminar se sentó al costado del menor quien le sonrió.
- Gracias -susurró agachando las mejillas.
- Nada de eso, eres mi omega -dijo el mayor sonriéndole, el menor levantó la mirada.
Can sintiendo la necesidad de mimos se acercó al menor y enterró su rostro en el cuello del mayor haciéndolo ver la cosita más tierna del mundo, Tin lo abrazó y con cuidado se acostó llevando el cuerpo del menor consigo, quedando el menor sobre él prácticamente. Los brazos del omega se colaron por sus costados abrazándole como podía, jamás fue tan feliz, llevó una de sus manos a la espalda del menor y la movió suavemente creando una caricia dulce, llevo su nariz a la cabellera del menor y olfateó, le gustaba.
Can hizo un sonido agradable, casi como un ronroneo de gatito, el mayor lo tomó de los costados y lo colocó completamente encima de él, pudiendo ver las mejillas rosadas del menor, sonrió y beso los dos bultitos rosados, apego el cuerpo con un abrazo sintiendo el peso del omega muy ligero sobre él.
- Eres demasiado tierno, me encanta -susurro el alfa.
![](https://img.wattpad.com/cover/291486600-288-k828855.jpg)
ESTÁS LEYENDO
MARQUÉ [TINCAN]
Fanfiction🌺Tin y Can están en un bar, no se conocen, no saben nada el uno del otro, no están conscientes por el alcohol. Can llega a su casa marcado, al despertar llora, no sabe quién lo marcó y duele. Tin despierta y flashes llegan, ha marcado a alguien y...