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Tharn había amanecido tomando y lamentándose por perder a su omega, el dolor que sentía era demasiado, su alfa interior sufría por la ausencia del omega, lo necesitaba demasiado.

💙💚

Can se separó del mayor y le dio un rápido beso en la mejilla para pararse rápido y encerrarse en el baño donde hizo de sus necesidades, al verse en el espejo vio a sus mejillas rojas, las tocó y estaban calientes, tomó agua y se remojó, necesitaba un baño, hizo un puchero adorable y salió.

Tin vio al menor salir, sonrió y se paró.

- Quiero darme un baño —dijo tímido el menor.

- Claro pequeño, toma la ropa y usa la toalla que está ahí —el menor sintió, saco ropa, un conjunto rosa pastel, sin percatarse ya que se sentía muy nervioso ante la mirada del mayor.

Después de que Can se metiera al baño, el alfa pidió a las sirvientas que arreglaran, todo quedó impecable antes de que el menor saliera de bañarse, quien tardaba mucho dándose una simple ducha.

El menor realmente ya había terminado, solo que no quería salir, de solo pensarlo sus piernas temblaban, vio el conjunto, era una falda rosa junto a un suéter blanco con decoraciones rosas, sus mejillas se sentían calientes al verse de esa manera.

Era normal ver omegas vestidos con faldas o muy femeninos, pero Can no quería que el alfa se molestara por cómo se veía, estaba inseguro.

Tin se desesperó, el pequeño había tardado mucho, tocó suavemente la puerta.

- Ya salgo —escuchó la voz del menor en un susurro.

Can suspiró, alisó la falda, aunque los tablones ya están muy bien marcados, salió con la mirada gacha.

Tin se quedó atónito ante la imagen del menor con falda, una beta entró a recoger algo y Tin molesto se acercó a el menor y lo abrazó escondiéndolo de la mirada de la chica que al percibir el olor molesto del Alfa no demoró en salir, un alfa celoso era lo peor.

Can sintió el olor y picaba en su nariz la cual arrugó con disgusto y besó el cuello del mayor quien con ese contacto sonrió y el olor fue desvaneciendo.

Tin cargó al pequeño por la cintura y bajo con él hasta llegar a la sala donde se encontraba su madre viendo una serie que desconocía.

- Can, cariño, estás hermoso —dijo la mujer viendo al menor que estaba ahora sobre las piernas de mayor quien estaba sentado en la sala.

- Gracias —susurró y escondió su cara en el cuello del alfa apenado.

MARQUÉ [TINCAN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora