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Los niveles de alcohol en el alfa eran muy arriba de lo que él podía aguantar, estaba terriblemente borracho por lo cual no pensaba lo que hacía, si estaba bien o mal, solo seguía sus instintos más primitivos, salvajes como alfa.

Tharn se había retirado junto a su omega, algo que le había caído de maravilla, aunque al chico que estaba al costado pudo observar un cuerpo muy hermoso, el que se había ido con su amigo era muy hermoso pero el que se había quedado para nada le comparaba, este era perfecto. Sus ojos delataban incomodidad y desconcierto además de un poco de miedo, sacudió la cabeza para distraerse en otra cosa y siguió consumiendo del líquido amargo y fuerte que tenía su copa.

Pasaron dos horas en las que su amigo no dejaba al omega descansar y seguían pegados en algún lugar de la pista de baile, observó al pequeño, le vio temeroso y un tanto asustado, tenía ganas de ir y reprender a su amigo por llevar a ese tierno omega a ese lugar, luego se notaba que no era de fiestas y para nada de estar bebiendo. Ese omega de encantadores ojos color azul cielo no era como los típicos omegas que apenas tocando sus trece años ya estaban en bares, clubs en busca de un alfa que se haga cargo de ellos y les solvente de todas maneras, que se divertían indagando hondamente su sexualidad, él no era así, lo podía notar al verle desde su punto.

Tin decidió acercarse, el alcohol fuertemente en su sistema dejando que sus instintos le manejasen, llegó hasta el pequeño que estaba volteado, sintió su dulce olor y rápidamente sintió ese gran lazo formarse, sintió como su cuerpo y alma alfa gritaban MIO a sí mismo mientras gruñía de gusto.

- Hola pequeño -susurró con voz un poco más ronca de lo normal, se asombró de no haber batallado pese a lo alcoholizado que se encontraba, el omega volteó rápidamente pudiendo ver a un imponente alfa que le miraba, Tin observó como el chiquillo aspiró hondamente y él quiso hacer lo mismo con tal de tener el olor del omega en el más presente.

Can parpadeo al ver que no era una ilusión ni nada, el alfa gruño cuando uno de los alfas se estaba montando prácticamente una película digna del porno al constado del chico, le tomó del brazo al omega y lo arrastró fuera de eso, le llevo al área V.I.P donde se encontraba junto a su amigo hasta que decidió abandonarle por el omega con prominentes curvas.

Can lo vió curioso y se ladeó, estaba para nada consciente de lo que pasaba, su cuerpo estaba alcoholizado al tope con lo poco que ingirió, Tin suspiró en fastidio al chico de cabello castaño que había sido el responsable de lo que estaba pasando.

Tharn llegó junto a su omega y ambos se sentaron junto a ellos, ni Can ni Tin emitieron nada, los otros dos mejor decidieron alejarse y ahora no sabe qué hacer, su amigo besaba con pasión al omega que sostenía por la cintura. Tin tomo su bebida e ingirió de tope todo el líquido sobrante, podía notar ligeros movimientos extraños en todo lo que podía observar, definitivamente se había pasado, el alfa se veía mal, sus ojos estaban abiertos pero parpadeaba como si batallara con enfocar algo, respiró hondo y el olor dulce del omega le llenó, no necesitaba palabras ni nada, se sentía cómodo y a gusto con el pequeño, su mente se nublaba por ratos pero nada grave.

- ¿Cómo te llamas corazón? -pregunto con voz tan grave que hizo reaccionar al omega.

- Can -susurro apenas audible.

Can era hermoso, pensaba el alfa y simplemente por escuchar su dulce voz su alfa se había descontrolado, sus instintos golpeándole fuertemente y el sin poder controlarse con tanto alcohol en su sistema.

El más chico estaba ahí, junto a él, estaban en el área privada, no había nadie más que ellos dos ahí y se sentía agradecido porque su amigo se fuera con él omega amigo del chico tan hermoso que estaba con él. Sus manos estaban tan cerca de las pálidas del menor que en un solo movimiento estaría tomándolas con sus grandes manos quien estaba tarareando torpemente una canción, estaba muy ido por el alcohol.

Ambos lo estaban.

Can estaba tan distraído, no podía concentrarse en nada, él se hubiera opuesto a la idea de su amigo y que le dejara ahí con el alfa de exquisito olor a cítricos, pero no podía controlarse él y su omega había tomado el control y él quería estar junto a él alfa, de una forma se sentía atraído a él, respiró lentamente para sentir más intensamente el olor tan fuerte del alfa.

Tin no estaba mejor, su alfa tenía absoluto control con lo que hiciera de ahora en adelante y como alfa sin control de la esencia humana era salvaje, sin pensarlo se acercó al menor quien se había callado y estaba muy silencioso y calmado, manejo el cuerpo del menor cual marioneta, el chiquillo gimió de gusto, sus colmillos salieron completamente, expuso el cuello del omega y le marcó, lenta y gustosamente, el sentimiento era tan intenso, su alfa se sentía tan complacido y feliz se quedó así un rato disfrutando de la sensación y el menor no se quejaba ya que también sentía un gran gusto de tener al alfa así de cerca, marcándole, saco poco a poco los colmillos del cuello del menor quien soltó un gemido, al tener sus colmillos completamente fuera, los guardó y lamió el cuello del menor procurando que no le doliera, la marca ahora adornaba el cuello del omega como suyo, gimió por el pensamiento, estaba completamente fuera de sí, su alfa estaba al dominio ya que él nunca hubiera marcado a un omega sin conocerle lo suficiente. Tharn llegó sin que se le notara, el lugar estaba oscuro.

- Tin, ahora vuelvo, me llevaré a los dos omegas a su casa, ya es tarde -Tin quiso refutar pero se sintió terrible y solo asintió, el omega se dejó llevar por el alfa de ojos miel aunque su omega le pedía estar con el alfa de tan perfecto olor que le volvía loco.

Can estaba muy calmado y definitivamente no volvería a ingerir ese líquido tan fuerte que su amigo le había dado. Tin se quedó ahí, sintiéndose terriblemente fatal, pasaron dos horas hasta que su amigo regresó, apenas y se dio cuenta como le había llevado hasta el departamento que compartían eventualmente, agradecía que llevaran a su chofer porque su amo no estaba tan lúcido como para manejar.

Ambos al tocar sus respectivas camas quedaron profundamente dormidos. Su cuerpo se removía incómodamente, su interior quemaba y sentía un dolor atravesarle, se levantó de tope, aun no salía el sol y recordó completamente la noche anterior con un flash, el omega estaba sufriendo, lo podía sentir y no sabía quién era, joder, necesitaba ayudar a su omega y ya. 

MARQUÉ [TINCAN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora