Una flor de otoño (en edición)

❀Capítulo 5❀

"Un secreto a la luz, hospitales, y ¿una foto?"

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Alex Brown

2019, 4 de febrero. (unas horas antes de la revelación)

—oh querido, ya estás aquí.

Dijo la madre de los gemelos, dejándome pasar a su sala.

—¿cómo has estado? —preguntó—muy bien, ¿y usted?

—de maravilla.

seguimos platicando hasta que bajaron los gemelos uno tras otro.

—¡es mío eso! —gritó Brayan furioso—¡pero me queda mejor a mí! —dijo mientras saltaba de un lado a otro intentado ponérselos antes de que su hermano se lo quitara.

—oh, cuando llegaste —me pregunto brayan deteniendo la discusión.

—hace más de media hora, se tardan demasiado. —este me lanzo el zapato y tuve que cubrirme mientras me burlaba de ellos.

—Entonces vamos. —se subió al auto Kevin con la mente pensando en cuantos tragos tomaría, brayan por su parte iba un poco serio.

—toca el timbre. —Kevin me aventó sobre ela puerta, dejándome caer al suelo de un sentón.

—JAJAJAJAJA —se rio el mismo buen amigo que me empujo.

—que gran amigo eres —ironice.

<<mierda>>

Las chicas salieron por la puerta y quede embobado con la pelinegra que difícilmente reconocería si la viera de espalda.

Intente disimular que la miraba con rayos en los ojos y que se veía bien, solo eso.

<<solo eso, aja>>

Intente también no darme cuenta de que me miraba y evitaba a los demás, tal vez solo tengo algo en el pelo.

Pero no me moveré el pelo porque sabrá que estoy viendo que me ve y me dejara de ver y no quiero eso.

vaya trabalenguas.

—Vamos.

Di el primer paso y la tomé de la mano para que tomara lugar a mi lado como copiloto, evitaría que la agobiaran y en verdad, preferiría que sufriera carolina.

—¡que empiece la fiesta!

Dentro, entre la pista, los ligues y las bebidas; finalmente nos perdimos unos a otros.

Una rubia se acerco y parpadeo repetidas veces en la silla de al lado, empezó a rechinar su silla para acercase mas hacia mi lado hasta que su hombro choco con el mío.

—¿una bebida, guapo?

—no, ve a buscarte a otro. —aparte su silla.

—vamos... solo ser aun momento en las habitaciones de arriba. —apoyo su mano en mí, detesto que me toquen.

—quítate de encima —esquive su soporte haciéndola caer junto con la silla.

A unos cuantos metros reconocí la ondulada cabellera que recién habían presentado a mis ojos, pero mi mirada también se fijo sobre el hombre tras de ella el cual la miraba morbosamente y por lo que parecía, le incomodaba a Mylen.

—que..

Este hombre cayo sobre el suelo gracias un gran jalón que di sobre su camiseta, y mientras tanto sujetaba a Mylen para que no cayera junto a el.