❋EPISODIO 23❋"¿Alex?¿eres tu?"

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"¿Alex?¿eres tu?"

Mylen Sharon

2019, 13 de marzo

El día de hoy se festejaría el festival, para ponerlos un poco en lo que sucedió en estos días.

Cumplí mi promesa, al día siguiente ya estaba sin duda mejor, ¡no caí!

A Ian, que resulta que no se llama ian, era un señor de 28 que se había infiltrado a la escuela sin dictador aparente <<es obvio que mi padre>>.

Y al principio la policía no me creyó, tuvieron sus dudas sobre mis hechos, si fuera por mi parte el hubiera seguido libre, pero para su mala suerte, Alex le tenía el ojo puesto encima y empezó a ordenar a la policía en cuanto llego, estaba tan molesto de que no me creerán que casi veo el fuego salir de sus ojos.

No sabía si era porque Alex tenía dinero o porque si me creyeron, pero al final fue arrestado.

Yo no estuve ahí directamente, Alex me envió un video de el chico entre las rejas y su uniforme, su rostro todo golpeado y su nariz con una bandita porque se había torcido, el hombre gritaba mierda a los espejos gruesos, Alex solo volteo la cámara e hizo un símbolo de paz.

También fui a la escuela y me dijeron que aun así tenía que presentar mi obra. 

Menuda mierda que no quería, daba igual. Era al finalizar la noche, a eso de las 12. 

Tenia tiempo para decidir si era mas importante retenerme o mi calificación.

Camine hasta el tercer piso donde se encontraban los alumnos de ultimo grado y pase hacia la azotea, esperaba que Alex terminara sus clases para irnos juntos a comer, Kevin y brayan estaban en práctica, no podrían almorzar y carolina había faltado ese día.

Seguro vendrá mas noche, no dijo mucho.

La azotea tenia miles de decoraciones que se pondrían en unas horas abajo, los estudiantes de clubes ayudarían a ponerlos. Había banderines, juegos, papel mache, flores, etc.

La primavera me había sorprendido, no solo con una nueva forma de vida, si no con un nuevo sentimiento en mi pecho... era lindo, sí. Pero me asustaba el pensar que podría ser una herida mas en mi corazón, una debilidad, algo que podría hacerme caer de picada. 

Imaginaba que el miedo era parte de conocer el amor y sentirlo.

Me dedique a ver como las personas se veían tan pequeñas desde esta altura, como caminaban de un lado a otro como pequeños animalitos.

Alguien detrás mío tapo mis ojos con diversión, pero tan pronto me llego a ese fétido olor que conocía bien, quite su agarre de mí y me aleje dos pasos, para después confrontarlo.

—mi pequeña, hace mucho que no te veía.

—¿Por qué será?

—no digas eso, recuerda quien soy.

—¿ya terminaron Emily y tú, por eso vienes a molestarme? —dije con burla—no te confundas mylen, tú eres primero que cualquier mujer.

—dime algo que sea verdad, no tus estupideces.

—porfavor, mis sentimientos son verdaderos, puedo sentirlo.

—ah, genial por ti. Pero a me gusta alguien más, te lo había dicho y te lo sigo diciendo. —el arruga su cara y empieza a caminar hacia a mí, yo por inercia retrocedo hasta que topo con el barandal.

—no sabes lo que sientes, dime que tanto he hecho por ti, incluso te salve de suicidarte. —siempre decía lo mismo, cuando se cansara.

—sé que tu "salvación" no me es relevante, porque lo hiciste con la mentalidad de ganar algo, popularidad, chicas, lo que sea, no lo hiciste por ser una buena persona. Así que no vengas a restregarme en la cara que hiciste que no me suicidara.

Una flor de otoño (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora