❋EPISODIO 10❋"constelaciones con el humo de la hierba"

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"constelaciones con el humo de la hierba"

Mylen Sharon

2019, 16 de febrero

Y así fue, esta mañana un sábado demasiado frio para lo que parecería ser mediados de febrero, Alex no salió de su habitación durante un día entero y hasta hoy pasadas las tres de las tardes, sus ojos hinchados y la misma cara triste.

Yo había dormido en una mala posición durante dos días ya y ahora dolía todo, que irónico.

Alex tampoco me dirigió la palabra a mi y mucho menos a cualquiera en la universidad, aunque fue cortes a traerme después de mucho tiempo, no hubo una sola palabra en el camino.

Llegando a la universidad Carolina, Jeniffer e incluso los gemelos estaban en otro mundo, perdidos y alejados.

 me sentí alejada y excluida.

Como con Jenny y Sam hace tiempo.

<<porque mierda ahora, ¿estas nostálgica, enserio?>>

Esta tarde en la comida nadie hablo ni rio, todos evitaban la mirada de todos y susurraban pequeñeces, vaya día.

De regreso cada uno fue por su lado, incluyéndome.

Alex corrió al gimnasio, carolina tenía salidas familiares, los gemelos pendientes familiares y Jeniffer quería pasar el rato con su familia.

Lo que tenía ahora era envidia, una gran cantidad de envidia. Todos estaban pasándola bien ocupados y ahora solo pensaba en lo que hice hace años.

<<no los necesitas, grábatelo cabezota, no necesitas a nadie, te hacen débil y piadosa. Te dañan.>>

Pero no tener a nadie es matarme a mi misma, y duele aún más. Me puse los audífonos con una música tranquila de fondo

Camine y camine, calles y callejones, hasta que llegue a mi boulevard destructivo.

Aunque fuera de noche y mis pies dolieran por l tanto caminar, estaba aquí, en mi lugar seguro.

Y el único que odiaba necesitar con fuerza, mi punto débil.

Me adentre entre la creciente lavanda tocándola un poco con mis manos, también seguía aquí el camino que dirigía a aquel lugar, las estrellas brillando mas de costumbre y los cantares de los grillos abordaban mis oídos con los fuertes aires y movimientos de las hojas.

Y frente a todo este lugar, un gran árbol con sus hojas totalmente secas, y abajo el esperándome como cada vez que venia a darme consuelo de algún problema, me senté sobre la tierra fría por el invierno y cerré mis ojos.

"mylee.." recordé su voz.

"no te acerques a mí, eres un monstruo" también recordé aquello.

"este será nuestro lugar, donde las flores marchitan rápido y el sol cae enfrente de ellas a darles un día más de vida, un día más de nuestras vidas..." su sonrisa con sus cabellos dorados bailando con el viento.

—te extraño, sam... perdón —abrace mis rodillas  y quise tirar muchos sentimientos a base de mis lagrimas.

pero ya no podia tirara ninguna sola.

Quería gritarle al mundo cuanto me había quitado y como lo odiaba.

Pero mi voz parecía estar anclada en el profundo mar de mis secreto, solo podia  decir pequeñas frases sin sentir que se me cortaba la respiración o me ardieran los ojos. 

Una flor de otoño (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora