LIBRO 1 DE LA SAGA DESTINADOS:
Ser estudiante universitario no es fácil y menos cuando la carrera que escogiste es medicina.
Esta historia, mi historia, surgió con la existencia de una simple regla que me sugirieron seguir al pie de la letra si no...
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El ruido de los monitores, marcando cada latido de mi corazón, fue lo primero que escuche al recuperar mi conciencia.
Con los ojos pesados y quejumbrosos, visualice que estaba en la sala de urgencias recibiendo fluidos, más que seguro por los vómitos que tenía.
Ese presentimiento que tuve antes del desmayo volvió a mí y me hizo querer moverme con desespero.
—¡Oye, oye!—Ethan me detiene con ambos brazos sobre mis hombros colocándome de nuevo en la cama —¿Qué crees que estás haciendo?, te desmayaste y estuviste inconsciente casi 2 horas. ¿Piensas que puedes irte de aquí como si nada hubiera pasado?, definitivamente no.
—Ethan...—me alegraba de verle, pero necesitaba explicaciones y él era el único que podría dármelas.
—Hey, tranquila, yo también me alegró de verte, pero de verdad no estás bien, opino que...
—Ethan, dime que no estoy embarazada— la desesperación por saberlo me invade.
Parecía sorprendido ante mi conclusión, pero, al parecer, él ya lo había deducido— tienes náuseas, vómitos y mareos... sin olvidar que también tienes fiebre. Pedimos un test de HCG, pero los del laboratorio son unos inútiles; de seguro lo tendremos en...— el sonido de su teléfono interrumpe la conversación. Lo agarra y su rostro cambia al ver de qué se trata— bueno, parece que al fin han llegado los resultados, o al menos eso informa laboratorio—toma la Tablet del hospital donde tienen las historias clínicas, pero antes añade.
— Sin importar lo que diga este análisis, quiero que sepas que no estás sola, y que no debes decidir tener este hijo si no lo deseas. Aún no estás preparada para ser madre y yo tampoco para ser padre; y si decides no tenerlo, es tu cuerpo y tu decisión.
» Mereces ejercer ese derecho a elegir sin que nadie te juzgue, y yo lo respeto, porque te quiero y me importa tu bienestar, por encima de cualquier otra cosa. Ahora, si tu deseo es continuar con el embarazo, también te apoyaré; me haré responsable por esa criatura.
» En conclusión, quiero decirte que no estás sola; que estoy aquí y voy a estar, a pesar de que toda esta situación me aterra tanto o más que a ti—concluyó con un suspiro.
Me emocionaba saber que Ethan estaba considerando el hecho de que yo tenía todo el poder sobre mi cuerpo, y que no estaba obligada a seguir con un embarazo que no desee; después de todo, en Estados Unidos, los abortos eran legales y yo era libre de practicarme uno si así lo quería.
Que Ethan entendiera que mi carrera siempre sería más importante, hacía que lo ame más.
—¿Lista?
Asentí
Los segundos parecían minutos. Mi corazón estaba latiendo tanto que sentía que saldría de mi caja torácica, metafóricamente hablando.
