Le bateleur

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El mago nos dice que tenemos nuestra propia magia, cada uno de nosotros producimos nuestra propia realidad con los 4 elementos que están en la mesa del mago. Valores y creencias, conocimiento, espíritu y capacidades físicas. Todo contamos con los elementos necesarias para crear una realidad distinta y para ello sólo debemos respondernos las siguientes preguntas ¿para qué he venido a esta vida? ¿qué es bueno para mí? ¿qué acciones debo realizar para lograr mi evolución? TODO ESTÁ EN TI, incluso aquello que no creías...

La larga cadena pesa en su cuello, pero, nada es más pesado que las lágrimas y el dolor que carga su rostro. Ha perdido a su padre y hermana y Argus ya no cree que pueda escapar de esta realidad, que la vida tenga preparada mejores planes para él y su pueblo. Se ha olvidado de las lecciones de su difunta madre, se ha olvidado que él es un co- creador en contacto con la Fuente divina y que tiene las condiciones necesarias para cambiar su destino.

No, Argos ya no quiere cambiar su realidad, él sólo espera morir y unirse con su familia en el otro plano.

El calor abrasador hace que su cabeza arda, y los mareos lo invadan. Siempre fue un chico delicado, no sólo en su aspecto físico sino en sus emociones y, sobre todo, en su salud.

Resultaba irónico para muchos que él, siendo el hijo de Praius, fuera tan escéptico con su propio poder.

― ¿Qué pasa su alteza? ¿Cansado?

Argos cerró los ojos cuando uno de los bastardos que iba sobre uno de los caballos se burló, apenas podía dar pasos después de 3 horas bajo el ardiente sol.

La vida había cambiado después de 2012, el mundo cayó en tinieblas y apenas algunos lugares vieron la luz, la contaminación y la guerra hicieron estragos llevando a grandes centros urbanos ha quedar como pueblos fantasmas, en donde la gente huía del hambre y la violencia.

El mundo nunca entendió el mensaje, no comprendió que, la única fuente de salvación estaba en sí mismo y en su capacidad de generar lazos de fraternidad con el otro.

La economía de mercado se tornó más salvaje, las industrias de unos pocos se expandieron, la deforestación acabó no sólo con los árboles sino con todas las especies herbívoras y, las pocas que sobrevivían eran devoradas por el resto de los carnívoros, entre ellos los humanos. Los roedores y las cucarachas se transformaron en la base de la dieta humana de las bestias.

Mientras que, en Zama y Regia la situación era distinta, llevaban una economía sustentable, albergando las especies de animales que habían quedado en el mundo, con un par de ríos que, mediante técnicas de limpieza generaban agua limpia y pura apta para el consumo, las enfermedades eran prácticamente inexistentes y, eran los propios humanos quienes se sanaban a sí mismos sin necesidades de médicos.

Zama caería, no había forma que se levantaran después de la muerte de Praius y Artemisia, y ahora, Argos se encontraba en manos de las bestias, de esos hombres que sentía que ni siquiera tenían algún parecido a su pueblo, pese a que ambos eran humanos.

Frunció el ceño y miró hacia los costados, los cadáveres de algunos animales.

― Murieron por la falta de agua.

Argos giró su vista hacia el imponente hombre que se había puesto a su lado con su caballo.

― ¡Alto!

Exclamó Craso, deteniendo la marcha, Argos, frente al detener abrupto, cayó de rodillas.

― Ven aquí...

― No necesito tu ayuda.

Le dijo, cuando el príncipe, bajando del corcel, se dispuso a tomarlo para subirlo en el animal.

Argos - Dioses y bestias (Romance gay +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora