Argos - Dioses y bestias (Romance gay +18)

La Lune

La luna representa el lado femenino, la intuición, aquello que está más allá de lo visible. La oscuridad de cada cosa, todo tiene luz y sombra y es necesario reconocer la oscuridad en los demás y en nosotros. Amor maternal, necesidad de protección, en su cara negativa, simboliza la locura.

El camino hacia las tierras de Regia fue silencioso, el mar los encontró sumergidos en su reflexión y tranquilidad. Flavio, de vez en cuando, observaba a Darius quien tenía su vista en el mar y en su profundidad, en su extensión.

― ¿Has vuelto a contactarte con Craso?

Indagó Darius y Argos negó.

― Lo he intentado decenas de veces, pero, es imposible, como si se hubiera apagado...

― No digas eso...

― Es la verdad — replicó —. No percibo su alma, es como si se estuviera ocultando.

― Y quizás lo hace...

― ¿De qué hablas?

Argos frunció el ceño, y Darius explicó.

― ¿Recuerdas cuando tu madre nos explicaba las influencias de la luna y los sueños?

― Si.

― Todo ser está hecho de luz y sombra, y puede sumergirse en la oscuridad si lo desea.

― No te entiendo.

― Quizás, Craso no desea que sientas lo que está sufriendo en este momento — explicó —. Sólo oscuridad y le da la espalda a la luz. Si lo han torturado, él sabe que...

― Por favor...

Argos temblaba de sólo pensar las aberraciones que Eusebio y Valerio le tendrán preparado.

― Escafismo.

― ¿Qué?

Ambos hombres posaron sus ojos en Flavio. Este tenía los antebrazos sobre las rodillas.

― Es una tortura persa, muy usada por los essenios — explicó —. Reservada a los acusados de alta traición...

Argos tenía miedo de preguntar, su corazón latía desbocado. Flavio, de todas maneras, contó la versión que le había llegado de algunos de sus soldados.

― Te meten en una caja que tiene dos agujeros a los costados. En uno sacan tu cabeza y te inmovilizan allí, por el otro orificio sacan uno de los brazos y te encadenan. Te hacen varias heridas y te colocan sobre un lago pantanoso o algún terreno húmedo.

― Bueno — dijo, Darius —. Eso... no suena tan, tan terrible.

Flavio le dio una sonrisa ladeada.

― Ese es sólo el comienzo, príncipe — relató —. Luego de ello, te arrojan encima líquidos y agua podrida. Eso hace que insectos vengan hacia ti, y a lo largo de los días, comiencen no sólo a comer los desechos sino también, a llenar de larvas tus heridas que han comenzado a infectarse por el sol y la suciedad.

― Dios...

― Los guardias se aseguran de llenarte de alimento y agua. Eso hace que orines y defeques, en esa posición. Tu propia inmundicia se llena de gusanos...

― Ya basta —. Argos se puso de pie.

― Cuerpos sin vida después de 2 semanas, podridos, sin globos oculares. Eso es lo que encuentras...