Le Pape

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El Papa (o hierofante) es la máxima autoridad espiritual. Marca el rumbo hacia dónde debemos ir para encontrar la felicidad. No le importa el cómo sino el dónde. Es liberarnos de la necesidad de control y dejar que cosas maravillosas pasen en mi vida, mejores de las que he esperado.


Argos volvió a su cama y se mantuvo allí durante toda la noche y al día siguiente también, únicamente recibiendo las visitas de Selima.

Craso, ni nadie del ejército se habían acercado a buscarle. Se suponía que Argos estaba allí para ayudar en el aprendizaje al príncipe heredero.

La telepatía era el don más envidiado por las bestias. La capacidad de ingresar en la mente del otro e incluso influir desde su interior.

Lo que las bestias nunca entenderían es que la telepatía no era una técnica que pudiera aprenderse desde el exterior. Los centros de poder se activaban a partir del corazón. Activar la telepatía implicaba entenderse como parte del plan de Dios, parte del plan universal y no una minúscula alimaña ávida de poder y réditos económicos.

Argos sintió tristeza de él mismo a medida que los días pasaban. Craso nunca sería un telépata porque no conocía el amor ni la forma de canalizar esa fuerza.

Craso era belleza, guerra, deseo incontrolable pero jamás sería amor. Y ahí es dónde estribaba el problema.

Argos se fue a dormir esa noche sabiendo que un día más había pasado y el sentimiento de soledad se fortalecía.

"Estoy perdido".

No había forma de escapar, no había manera de ayudar a Craso. La muerte era lo único seguro en el territorio de las bestias. El linaje de Praius de Zama moriría junto a él.

"Ir hacia arriba".

La frase de su madre fallecida llegó como un eco ¿recurrir a la fuente?

Argos dio un gran suspiro, ya lo había intentado. Se había proclamado en posesión de la victoria, pero, Dios no había respondido.

Por primera vez, el universo se había mantenido inmóvil frente a sus peticiones. Entonces, ¿qué es lo que debía aprender de esta situación?

Había perdido a su familia y a su mejor amigo, y, como si fuera poco, estaba a punto de perderse a sí mismo.

"Pronto iremos por ti, príncipe".

Parpadeó, frunció el ceño y se concentró en la voz que llegó del exterior y que impactaba en su cabeza cual asteroide.

"Resiste, es lo único que debes hacer, y recuerda, somos la solución al problema. Siempre lo fuimos".

Y, en ese instante, las voces cesaron y todo quedó en silencio. Esa voz era conocida, sin embargo, no había podido distinguirla con claridad. Un mensaje hacia él.

Su gente no iba a desampararlo, no estaba en sus genes aceptar la derrota, pese a no tener fuerzas físicas necesarias. Lo levarían a casa de nuevo y Argos esperó porque ese día llegara rápidamente...

**********

― Te estás volviendo lento, Craso.

Le gritó Flavio, uno de los generales del ejército y su fiel amigo desde siempre. Craso le dio una sonrisa ladeada y pasó el hacha de una mano a la otra.

― Fanfarrón — lanzó Flavio al ver el extraordinario manejo.

― ¿Fanfarrón? Pensé que habías dicho que me estaba volviendo lento...

Argos - Dioses y bestias (Romance gay +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora