La Force

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La fuerza significa el dominio de la parte animal en mí, de mis instintos, de eso que también me hace humano y casi primitivo. Simboliza LA FIRMEZA, LA BRAVURA.



― ¿Cómo sabías?

Indagó Raquel, sujetando la mano de Cassandro.

― Todo el mundo está al tanto de tu relación clandestina, su alteza.

Respondió Flavio, con una sonrisa.

― También sabemos que Cassandro, en realidad, es hijo de la segunda reina fallecida, tu madrastra.

― Valerio mató a mi madre.

Dijo Cassandro, poniéndose de pie, abrazando a su amor, quien se negaba a dejarlo.

― No voy a perder a Raquel. Sé que está mal, pero...

― No lo está — interrumpió Craso.

― ¿De verdad lo piensas?

― Nos han enseñado a odiar, a que los sentimientos son sólo lastre viejo que nos detiene en nuestro desarrollo — explicó —. Bueno, hace pocas semanas podría estar de acuerdo con ese pensamiento, pero, hoy...

Craso sonrió, recordando los tiernos labios en los que deseaba perderse, la boca dulce que extrañaba.

― Valerio y Eusebio nos matarán...

Cassandro lo sacó de sus pensamientos, de la tristeza de la añoranza.

― Antes debemos actuar nosotros.

Raquel tragó saliva.

― Lo dices como si fuera fácil.

― Es más sencillo que vivir una vida atada a un hombre que no deseas, ¿no te parece?

El silencio cubrió la habitación. Los miedos apoderándose de cada uno de ellos.

― ¿Sabes cómo se vence el miedo?

Preguntó Craso, y los muchachos negaron.

― Se lo mira a la cara, de frente, es la única manera que deja de perseguirte.

Cassandro dio un gran suspiro.

― ¿Cuál ha sido tu excusa para ausentarte de la reunión?

― Le dije que quería hablar con mi prometida. Ambos estuvieron de acuerdo en que es positivo que nos conozcamos más.

― Obviamente, ustedes no fueron demasiado precavidos.

Dijo Flavio, ingresando a la habitación, observando cada detalle.

― ¿Qué propones Craso?

― Fácil — respondió —. Esta noche vendré junto a Flavio, y les contaré mi plan. Ahí tendrán chance de decidir si se unen a la causa o no.

Raquel se arregló un mechón de pelo que había caído sobre sus ojos.

― Está bien, habrá una gran celebración hoy, será fácil escabullirse.

Craso dejó sus labios en línea recta, Flavio se acercó y presionó su mano en la espalda.

― Te dije que todo estaba decidido.

― Sí, lo sé.

― Craso —. Flavio habló con entereza —. Sólo tenemos nuestra fuerza, nada más. Estos bastardos quieren dominar el mundo a costa de ustedes. No lo permitas.

Argos - Dioses y bestias (Romance gay +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora