L'hermite

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El ermitaño nos llama a buscar la parte sabia e inmaculada, aquel sitio dentro de nosotros al que nadie tiene acceso, nuestra parte sabia, que conoce y sabe, esa que nos ayudará a cerrar ciclos y salir de nuevo al ruedo.

Craso observó a Flavio caminar por el pasillo y reír. Cerró los ojos y negó.

"Carajo, he llegado tarde".

Darius estaba muerto, eso con seguridad, Flavio era prácticamente invencible en batalla.

― ¿Y el emisario?

La mirada de Flavio se enfocó en el príncipe.

― ¿Emisario?

Craso lo sujetó de la toga con fuerza y sus ojos se abrieron al límite cuando advirtió la espada que llevaba.

― Dios, lo mataste.

― ¿Te refieres al primo de tu amante?

― No te hagas el idiota — replicó, enojado —. Por supuesto que sabes quién es.

Flavio hizo una seña hacia afuera.

― Tranquilo, escapó a través del río.

Craso frunció el ceño.

― ¿Te venció?

― ¿Cómo lo sabes?

― Es la única razón por la que puedes haberlo dejado marchar.

Flavio dio un gran suspiro.

― Debo llevar su espada a Eusebio.

― ¿Le quitaste su espada y no lo mataste?

― Craso, en serio, ya me cansaste. Acompáñame a ver al rey.

El general lo empujó y caminó rápido por los oscuros pasillos.

― Flavio, si alguien lo sabe...

― Tú lo sabes y no lo dirás ¿verdad?

Indagó con ironía y Craso lo sujetó del brazo.

― Gracias.

― ¿Y eso?

― Le prometí a Argos intervenir, cuando te vi con su espada pensé lo peor.

― Vaya, menos mal que me venció, de lo contrario, tendrías que haber ido a enfrentar la ira de tu noviecito.

― No es mi novio — replicó y Flavio rio.

― ¿En serio? ¿Y por qué has corrido a ver qué sucedía con él? Además, yo que tú le preguntaría a Argos que siente por su primo.

― ¿De qué habla?

― Es muy hermoso — afirmó —. Si yo fuera Argos...

― Por suerte no lo eres, imbécil.

Una vez más Flavio rio y negó.

― Mierda, Craso, ¿cómo carajo le harás cuando la hora de Argos llegue?

Craso mantuvo su rostro serio.

― Mi padre no puede obligarme a deshacerme de él.

― ¿Y crees que va a preguntarte?

― Si te ordena a ti matarlo ¿lo harías?

Flavio hizo una mueca similar a una sonrisa.

― ¿Con quién mierda piensas que estás hablando?

Argos - Dioses y bestias (Romance gay +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora