Harry es bueno para fingir que no hay nada pasando entre ellos. Siempre ha sabido que el chico era bueno fingiendo, pero no sabía a qué nivel era aquello hasta que a medio día del día siguiente se acerca a ellos.
No es que haga mucho en realidad, pero para él, que apenas olió su olor sintió el nerviosismo, es bastante.
—Necesito tu ayuda —Theo no puede evitar girar a mirarle en cuanto le escucha hablar, incluso si Harry no se dirige hacia el, sino a su primo.
Lo primero que nota es el golpe en el pómulo derecho que tiene en su rostro. Siente aquel habitual deje de preocupación que siente cada que el chico se encuentra mal o en peligro.
Siempre ha odiado la sensación de preocuparse por los demás.
—¿Qué te golpeó? —Draco pregunta, su mano acariciando superficialmente la herida. El castaño no puede evitar una pequeña mueca ante el toque.
—Entrenamiento de quiddich —resta importancia—. Necesito que convenzas a papá de algo, por favor —pide, haciéndole señas para que le siga.
Es en ese momento que Draco se levanta, tomando la muñeca del ojiverde para llevarle a un lugar más privado.
Solo ha pasado un minuto desde que se marcharon.
—¿Escucharon que Harry peleo con su mamá este fin de semana? —Daphne comienza.
Apenas la escuchan Adrián y Tori se levantan, comenzando a caminar lejos de ella. Theo está seguro de que si Blaise estuviera habría hecho lo mismo.
El sin embargo se mantiene en su sitio.
—No quiero escuchar más rumores sobre la familia de Potter, Draco, o lo que sea —niega, no queriendo repetir la escena anterior.
—Pero esto es verdad, Ginny me dijo —la rubia se acerca, tomando lugar a su lado.
—¿Y que crees que tu novia diga si se da cuenta que divulgas los secretos de su mejor amigo como si nada? —chasquea la lengua.
¿Qué tan mal amigo sería si se lo contaba a la pelirroja menor?
—Estas más amargado que de costumbre —sin embargo le hace caso y no continúa con la conversación.
Esta ansioso, no amargado. Pero no se molesta en corregirla.
—Tu me pones de mal humor.
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Harry llega más temprano en esta ocasión, tiene el cabello despeinado y su pijama es de color azul celeste. Le da una segunda mirada cuando nota que trae short en lugar de pantalón pero lo descarta con facilidad.
—Hey —saluda como habitualmente lo hace. Una pequeña sonrisa mientras se sienta a su lado.
Theo tarda unos segundos en responder.
—Hey, ¿comiste bien? —quiere golpearse a sí mismo apenas las palabras salen de su boca.
En su cabeza quiere dejarle en claro que no lo ve solo como un alimento o algo de que sacar provecho, pero va haciéndole esas preguntas como si fuera de lo único que pueden hablar.
—Supongo que lo hice —el ojiverde aparta la mirada un segundo antes de volver a verle—. ¿Que tal la sangre de ardilla? —se burla.
Al menos sabe que no está ofendido, lo cual es un alivio para él.
—Mejor que la tuya —y no se encuentra sonriendo cuando el contrario se queja en voz alta, golpeando con suavidad su hombro.
—Te gustaría que fuera así —y para probar su punto añade—. Se de buenas fuentes que mi sangre por lo menos huele bien, tengo que golpearle la cabeza a Adrián al menos dos veces por semana para alejarle de mi.
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A Little Blood.
FanfictionTheo es un vampiro que se niega a beber sangre humana, o lo hacía hasta que cierto chico le convence para ser su alimento personal. Algún día aquel león le terminaría matando, porque el sin duda no lo haría.