10.

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No puede sacárselo de la cabeza. No puede dejar de verlo cuando pasa cerca de él o buscar llamar su atención cada que tiene oportunidad. Es una sensación horrible que le hace sentirse molesto y avergonzado consigo mismo.

Y por Salazar, no solo son cosas tan simples como necesitar tenerlo cerca. Se siente como si lo necesitara en más de un aspecto. Luego de haber pasado por cierto percance (odia recordar que realmente tuvo una ereccion por beber sangre del chico) siente que no puede evitar verlo de cierta manera.

¿Siempre se ha visto tan bien cuando monta su escoba de quiddich o está enloqueciendo?

—¿A donde irán por las vacaciones? —Pansy pregunta frente a ellos, sacándolo de sus pensamientos referentes a cierto ojiverde gryffindor.

—¿Vacaciones? —cuestiona antes de poder callarse a sí mismo.

—De invierno —si cree que es idiota no lo dice, en cambio sigue hablando—. Estaba pensando que podríamos hacer un viaje o algo por el estilo.

—No lo se —el rubio del grupo habla—. No sé si estaremos en casa durante mucho tiempo, el tío James está planeando un viaje familiar.

—Iba a molestarme, pero él padre de Harry es tan guapo —Pansy suspira, recordándoles por sexta vez en la semana su enamoramiento por el hombre—. Ojalá hubiera estado en Hogwarts cuando él lo estaba.

—Si si, ya te escuchamos —Blaise niega, no con ánimos de escuchar lo mismo de nuevo—. Si averiguas bien las fechas podríamos ir aún así, o invítanos a viajar contigo —sugiere no muy en serio.

—Primero me mato antes que llevarlos con mi familia a un viaje entero —niega. Ninguno se siente ofendido.

Theo mientras tanto sólo puede pensar en cómo serán las cosas con el primo de su amigo durante las vacaciones.

Como si pudiera haber algún cambio.

________________________

Theo busca a Harry por el campo de quiddich, la torre de astrología, el gran comedor, y diferentes lugares esperando encontrarlo. No obtiene resultados hasta que se acerca al lago negro. Ahí es donde puede verlos.

Harry y Severus Snape.

El slytherin se acerca lenta y sigilosamente, diciéndose a sí mismo que no se encuentra espiando mientras se oculta detrás de un árbol.

—Ya lo dije, no iré —puede escuchar la voz del chico que tanto buscaba, suena molesto y un poco cansado.

Theo considera por un segundo acercarse a él. Apenas deteniéndose a sí mismo cuando el hechizo silenciador es colocado. Casi puede sentir la magia emanar de este.

Por los próximos cinco minutos lo único que se alcanza a escuchar es el ruido de la naturaleza, tal vez de algunos estudiantes que se encuentren cerca. El slytherin apenas y puede verlos por el lugar donde se encuentra ubicado. Sin embargo se prohíbe a sí mismo el voltear a verlos.

Se siente ansioso, una sensación extraña que le genera ganas de ir y pararse al lado del ojiverde.

No le gusta como se siente.

—Sal de ahí Theo, sabes que odio que me espíen —el pelinegro salta cuando la voz del chico inunda el lugar.

Y cuando se asoma ya no está Snape junto a él.

Se siente avergonzado.

—No te estaba espiando —murmura, acercándose hasta que se encuentran a un solo paso de distancia. Analiza la postura del contrario.

Harry luce tenso, sus manos se encuentran hechas puños y parece dispuesto a soltarse a llorar en ese momento.

Theo toma su mano, sus ojos fijos en el contrario mientras este gira a verlo, lentamente lo jala hasta que se encuentra frente a él. Por un segundo piensa en abrazarlo, pero se detiene a sí mismo antes de hacerlo.

Abrazarlo sería demasiado.

—¿Que tanto escuchaste? No sé si tarde en notar tu presencia —pregunta, retrocediendo un paso. Theo le vuelve a acercar.

—No mucho, apenas un par de palabras —promete, buscando algo en sus ojos que le diga que hacer—. ¿Todo bien?

—Todo bien —asegura, y Theo no está seguro de si le está mintiendo o no—, ¿necesitabas algo?

—Quería conversar contigo un rato...

Suena raro incluso para el, y a juzgar por la expresión del contrario era más qué raro.

—¿Theodore Nott buscándome para algo que no implique que tenga hambre? Que sorpresa —está bromeando, lo sabe.

—¿Quieres que tu primo me mate? —le regaña, sabiendo que Draco podía estar cerca.

Harry se ríe abiertamente. Y siendo sincero consigo mismo Theo no sabía lo tenso que se encontraba hasta que se relajó con el agradable sonido.

Tal vez se estaba acostumbrado a la presencia del contrario.

—Quien diría que le tienes miedo a Draco.

—No le llamaría miedo, solo tengo cuidado con el —guiña un ojo, apenas dándose cuenta de su agarre en la mano ajena.

Harry enrojece levemente, mirándole por debajo de sus pestañas.

Es tan bonito que Theo no puede soportarlo.
Así que aparta la mirada.

—Vayamos a comer algo —el más bajo sugiere. Theo le mira con una ceja en alto y provoca que suelte una corta risa—. Acompáñame a comer algo —se corrige—. Luego, si te portas bien te alimentaré más tarde, ¿que dices?

—Suena a que soy tu mascota...

—A que sí —se burla, su mano sobre el cabello del chico en leves movimientos que simulan estar acariciando a un cachorro.

Theo se siente indignado.

—Te clavare los colmillos —no planea asustarlo, pero aún así deja que salgan. Harry ríe.

—No me quejaría —admite—. Entonces, ¿me llevarás a comer?

—Suena más a exigencia que petición, pero no puede ser tan malo —tira de sus manos unidas—. Te llevaré a un lugar bonito.

—Oww, ¿es nuestra primera cita? —intenta igualar el veloz paso del contrario.

—No tienes tanta suerte —Harry murmura algo detrás de él, pero se encuentra más concentrado en buscar un buen punto de desaparición como para prestarle atención—. Ven, sujétate bien.

No tiene que decirlo dos veces.

A Little Blood.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora