22.

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Theo no espera que Harry entienda sus motivos tan fácilmente, no espera que le escuche, le de la razón y acepte salir con el, tampoco tener unos besos en el pasillo más vacío de las 10 de la mañana. No es que espere que eso pase.

Pero en realidad si lo hace.

Así que entiende pero no entiende porque Harry le mira con él entrecejo fruncido y los brazos cruzados en lugar de sonreírle de esa forma que parece que se está burlando y con sus ojos estúpidamente lindos que le provocan ganas de estamparlo contra la pared y besarlo, y olerlo, y morderlo.

—¿Theo? —la mano del más bajo pasa por frente a su rostro de un lado a otro, despertándolo de su ensoñación.

Cierto que se suponía que le pidió que hablaran, ¿cuánto tiempo lleva viéndole sin decir nada? Espera que no lo suficiente para parecer idiota—. ¿Ya pasó el tiempo suficiente para que te des cuenta que tu sangre no es lo que provoca que me gustes?

—Algo así... tal vez una o dos semanas más, la verdad no estoy tan seguro, el que no hayamos convivido mucho debería acelerar el proceso.

—Bueno, pues aún te quiero, ¿podrías dejar de mantenerte alejado? No se supone que sea así como debes comportarte.

—Theo, no creo que sea lo mejor...

—¿Por qué? —cuestiona, comenzando a molestarse. Era injusto—. Tu asumiste que me interese por ti en base a beber tu sangre-

—¡Porque así fue! Antes de eso ni siquiera me prestabas atención.

—¡Siempre te he prestado atención! Solo que antes era diferente, no te conocía como lo hago ahora, no convivía contigo como lo llegue a hacer ni tampoco me permitía dejarte entrar en mi vida, eso es lo que ha cambiado. Incluso antes de probarte estabas en mi cabeza, de buena o mala manera.

—Theo...

—¿Por qué es tan difícil creer que me gustas? Eres guapo, inteligente, divertido y apasionado con las cosas que te gustan..

—Y funcionamos bien siendo amigos, pero fuera de los momentos en que bebías de mi sangre nunca estabas realmente interesado. Siempre recalcando que nuestras salidas no eran citas y que apenas y éramos amigos —acusa, apuntándole con su dedo índice y pareciendo herido por sus propias palabras.

—Solo era yo siendo idiota, ¿sabes que es difícil entrar a tu vida cuando Draco te cuida tanto? Sentía que en cualquier momento nuestra amistad podía peligrar si aceptaba mis sentimientos por ti, pero eso ya no me importa.

Harry no dice nada, continúa con los brazos cruzados y una mirada difícil de describir, como si dudara entre confiar en él o no.

Theo admite muy a su pesar, que de estar en su lugar también dudaría. Nunca ha sido alguien demostrativo con sus sentimientos, ni alguien muy confiable.

Pero ruega dentro de sí porque le crea, que le de una oportunidad. Solo eso necesita.

—Mira, hagamos esto, dame una oportunidad. Nada de sangre, ni cosas relacionadas a mi naturaleza o lazos que se puedan crear de forma no natural, ¿entiendes? —cierra los ojos, pensando en las palabras adecuadas—. Solo citas.

—¿Citas?

—Citas —reafirma, contento al finalmente obtener verdadera reacción positiva en su rostro—. Si sientes que no hay química o que no soy genuino, entonces seremos amigos y todo lo que paso quedará en el olvido. Pero déjame siquiera intentarlo.

—Papá no me dejara salir contigo a menos que hables directamente con él y le digas que vas en serio, ¿estás consciente?

—Lo estoy, impresionaré a Regulus tanto que querrá tenerme de yerno.

—Draco estará sobre ti todo el tiempo, y me dirá cada cosa mala que hagas.

—No me da miedo, se que no te fallaré.

Harry sonríe de lado, Theo puede decir que está nervioso, pero satisfecho con sus respuestas—. No me conformare.

—No espero que lo hagas, ya me haz tenido suficiente paciencia —admite, tomándolo de la mano para acercarlo a él.

—¿Que? —el ojiverde pregunta, confundido por el repentino acercamiento.

—Solo quiero abrazarte, eso también se hace en las citas, ¿lo sabes no? —se burla, aprisionándolo en sus brazos.

Harry permanece quieto, mirándole con ojos juzgadores mientras él intenta darle su mejor mirada inocente—. Solo por un momento —se rinde, devolviéndole el abrazo con la misma fuerza que él emplea.

Ahora lo único que Theo tenia que hacer, era averiguar cómo demonios planear una buena cita y no arruinarlo en el transcurso.

A Little Blood.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora