15.

1.6K 264 16
                                    

Harry sabe que haberse acercado de la forma en que lo hizo y haber persuadido a Theo para aceptar su sangre probablemente no fue la mejor idea que pudo haber tenido.

Pero en realidad siente que lo fue, de todas las cosas que ha hecho con anterioridad eso es lo único que le ha acercado al pelinegro slytherin.

Conoce a Theo desde que es pequeño, pero no está seguro de que realmente se conozcan entre sí. Por más que había intentado relacionarse con este en el pasado sabe que realmente nunca tuvo su atención, al slytherin nunca le había importado nada relacionado a él.

Theo no le conoce, pero no es porque no tuviera la oportunidad de hacerlo, es porque simplemente no le interesa conocerlo.

Pensar en eso duele, saber con certeza lo que Theo opina de él lo hace.

Pero Harry no es idiota, es consciente de que hay algo extraño sucediendo con Theo y la extraña amistad que mantenían (ni siquiera sabe si puede considerarse su amigo, Theo suele decir que ni siquiera son eso con bastante frecuencia). Sin embargo la mayor parte del tiempo evita pensar en eso.

Harry no quiere ilusionarse con algo que lleva internamente deseando desde hace unos meses atrás.

Draco le diría que es idiota, se lo ha dicho incontables veces. Y el ojiverde sabe que tiene razón. Es idiota esperar algo de alguien que no daría nada por él.

No puede evitarlo.

Así como tampoco puede evitar permitir que el mayor le abra las piernas con sus manos y pegue sus cuerpos hasta que pueda sentir cada parte de él, no puede evitar el escalofrío que le recorre o el sonido que abandona sus labios cuando Theo lame su cuello y soba sus muslos como si no pudiera contenerse. No puede evitar rodearle y aferrarse a él mientras siente la corriente de placer acentuarse en su estómago cuando sus dientes se hunden y succiona con fuerza.

No puede evitar aceptar todo lo que esté le dé.

Y no puede evitar el dolor en su pecho al saber que aquello no significa nada para Theo más que un chico haciéndole un favor. Siendo su alimento personal.

Pero no puede quejarse, no cuando el mismo ha propuesto aquello. El solo se metió en esa situación.

Un quejido abandona sus labios, su mano viajando al hombro ajeno sin saber si empujarlo o acercarlo—. No marcas —pide cuando le siente succionar la piel superficialmente. Le gusta cuando hace eso, pero siempre termina metiéndose en problemas.

La respuesta del pelinegro es presionarles aún más juntos.

Un suave quejido que Harry nunca admitirá que suena más a gemido abandona sus labios cuando Theo succiona con más fuerza, las manos en sus muslos subiendo y bajando mientras presiona, amasando la carne.

Se siente como si quisiera meterse bajo su piel, como si no tuviera suficiente de él.

No sabe si es normal que se sienta así, no sabe si es porque Theo le gusta o por algo fuera de sus conocimientos pero se siente demasiado bien para ser correcto. Demasiado bien para ser algo que Theo haría conscientemente.

Theo se aparta momentos después solo para comenzar a lamer el área maltratada, mimándolo con besos y caricias más suaves sobre sus piernas.
Si bien mientras este bebe siente su cabeza hecha un lío llena de pensamientos y sensaciones, cuando se aparta siente una neblina instalándose en su mente, distrayéndole. Harry apenas y puede coordinar palabras, se siente borracho y cansado.

Odia sentirse tan adormilado después de que Theo se alimente. Son los momentos en que mas puede hablar con él y los desperdicia por completo.

—¿Estas bien? ¿Tome demasiado? —Theo pregunta, levantándole el mentón con su mano para verlo.

A Little Blood.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora