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Ferran Torres

Oigo el sonido de la puerta abrirse y me asomo a ver quien era y bufé al reconocer a ese cliente en específico. -Puedes ir tú?- le pido a mi compañero de trabajo.

-No puedo! Voy al baño- desvía mi compañero y yo bufo una vez que oigo la puerta del baño cerrarse.

-Idiota!- me limito a comentar más acerca del tema y salgo al frente. -Hola, en qué lo puedo ayudar?- pregunto como si fuera un cliente cualquiera.

-Hola! Cómo estás??- él me reconoce al instante pues me sonríe.

-Bien. Qué hay de ti?

-Todo bien, gracias. Lo de siempre por favor- pide y yo me giro para darle lo que pide.

Trabajaba en una tienda de regalos. Vendíamos de todo tipo, para niños hasta para adultos. Lo que este chico siempre venía era para pedir una rosa de color roja. Siempre venía cada miércoles de cada semana por lo mismo lo que me cayó un poco gordo.

Su novia debe ser la más afortunada pues su novio siempre le da una rosa sin falta.

Recuerdo el primer día que vino por alguna extraña razón. Estaba lluvioso y él entró en busca de refugio. Nuestros ojos se conectaron y sentí una leve chispa que dejé pasar. El chico me sonríe con un brillo en sus ojos.

-Hola! Soy...- honestamente ni recordaba su nombre.

-Soy Carla- saludo algo incomoda pues desde aquel entonces empezaba a coquetearme.

Se pasea por la tienda hasta que se detiene al ver una rosa roja -Cuánto por esa rosa?- pregunta con la voz más alto posible pensando que no le prestaba atención.

Le digo el precio frustrada pero él nunca lo notó-A ver, dame esa- señala la más nueva y yo sin muchas ganas de la entrego y nuestras manos se juntan provocando una chispa cuando nuestras manos entran en contacto.

-Aquí tiene- aclara su voz.

-Perfecta- la admira y le empiezo a cobrar.

-Gracias por su compra- sonrío forzosamente.

-No, gracias a ti! Fue un placer- me guiña el ojo y desde ahí empecé a desconfiar de él.

Cada miércoles era lo mismo. Venía, me saludaba o preguntaba por mi, lo atendía, intentaba hacerme plática y finalmente se despide con un guiño en su ojo izquierdo.

Mis compañeros de trabajo siempre me preguntaba por qué me molestaba estar en presencia de él.

-Se ve que solo quiere ser buena onda- me decían uno de ellos.

-No. Intenta coquetearme estando en una relación. Más respeto para la novia- exigía.

-Te estás yendo más allá...

-El tipo me coquetea! Chance y la novia sabe y está en busca para matarme- afirmo.

-Como exageras. No buscas atención? O acaso te gusta?- pregunta pícaro.

-Agh! Para nada!- respondía.

-Siempre un placer volver a verte, Carla!- sale sonriente de la tienda y yo ruedo los ojos de lo desesperante que es.

-Haha, sigues enfadada por ese chico?- llega mi compañero.

-Yo la verdad no se cuál sea su problema. No se te hace raro que siempre venga todos los miércoles y solamente me quiera ver a mi?- cuestiono.

-Porque él sabe que tú sabes qué es lo que quiere- explica.

-Ash! No ayudas!- pasan los días y un lunes me tocó abrir la tienda. Buscaba las llaves del local y cuando ingreso a la tienda siento como tocan mi hombro. Salto del susto y lo veo.

Pero... qué mierdas hacía aquí?!

-Hola, Carla!- saluda sonriente.

-Deja instalo todo y te atiendo- lo ignoro pero su agarre me detiene. -Se te ofrece algo?

-Te tengo un regalo- me entrega sospechosamente una caja -Vamos! Ábrela!- insiste emocionado y cuando abro la caja me llevo algo muy inesperado.

Era cada rosa que le había vendido, algunas marchitadas pero estaban todas y cada una de ellas.

No lo podía creer... todo este tiempo... guardó las rosas para... mi?...?

-Yo... no sé qué decir...?

-Carla, yo odio las lluvias pero bendito sea Dios que aquel día llovió porque sino fuera por aquello nunca te hubiera conocido. Me gustaría tener algo contigo, claro si tú quieres...

-Las señales que enviabas estaban muy confusas. Y algo raras.

-Pero efectivas. O me equivoco?- aquel comentario me saca una sonrisa -Eso me parece un si- me contagia de su risa y se acerca a mi.

-Debo confesar que me caías gordo porque pensaba que me coqueteabas teniendo novia- revelo.

-Haha. No no! No tengo novia. Me presento de nuevo, Ferran Torres. Un placer- reinicia.

-Carla Ruiz- y a partir de ahí iniciamos una muy linda relación y a día de hoy nos reímos de cómo nos conocimos.

-En que piensas, linda?- se sienta a un lado mío.

-En la vez que nos conocimos- me acerco a su cara.

-Que mala eras eh! Ni te acordabas de mi nombre- se hace el dolido.

-Ay, Ferran! Ya te dije que me dabas malas vibras en aquel entonces.

-Me partiste el corazón cuando me enteré que tenías una idea mala de mi.

-Y ya dije que perdón!

-No será suficiente- insiste ya bromeando.

-Me demostraste que estaba equivocada y terminé bajo tus encantos- me atrevo a decir.

-Es mi especialidad- nos besamos mientras pienso en lo afortunada de tener a alguien como Ferran.

Entrega para Carla_love_fut espero y te guste 😁