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Armando Broja

El partido de día de hoy me ponía de muy buen humor, logré anotar un doblete contra nuestro rival y vaya que se sintió de maravilla! Las chicas me elogiaban por el show que monté sintiéndome importante en el equipo. Por fin me daban oportunidad en el primer equipo después de andar de préstamo en otros lados.

-Oye, Leuchter! Las chicas vamos a casa de Vivianne a celebrar la victoria, vienes?- invita Leah.

-Suena genial, estoy dentro!- acepto feliz y cuando salimos de los vestidores, mis compañeras empiezan a silbar y hacer ruidos picaros con las miradas fijas en alguien que estaba parado fuera de las instalaciones.

-Lieke! Te buscan!- avisa Teyah con toque de coqueteo en su voz.

-Uyyy!! El novio está aquí!- recalcan dejando ver a Armando Broja.

Ambos cruzamos miradas un leve sonrojados. Camino a su dirección saludándolo -vaya! No esperaba verte por aquí- le sonrío.

Armando deja escapar una risita nerviosa -te vine a ver, de hecho- revela bajando la mirada.

-Awww! Que lindo de tu parte- agradezco.

-Ya bésense!!!- grita Leah acompañada de las demás que apoyaban la idea.

Mi relación con Broja es... complicado.

No somos novios, pero tampoco nos considerábamos amigos, bueno, al menos yo no creía que Armando era mi amigo. Él y yo siempre nos comportamos muy cariñosos, nos cuidábamos el uno del otro y nos decíamos cosas muy íntimas. Por eso, la gente decía que éramos pareja, aun así, había algo que se interponía entre ambos, el amor por nuestros clubes.

Broja era hincha y jugador del Chelsea, mientras que yo lo era del Arsenal, y cuando había Derby entre ambos equipos, nos ponemos muy competitivos y a la defensiva. Si soy honesta, si me atrae el albanés, lamentablemente nuestro orgullo se interponía.

Por lo que me han dicho sus mismos compañeros, también Armando estaba enamorado de mi e intentaba pedirme ser su pareja, pero siempre encontraba la manera de desviar el tema de conversación. Tenía miedo de que algún día nuestra rivalidad afecte nuestra relación y terminaremos mal.

-Felicidades por tu doblete. Estuviste fenomenal- agrega como un cumplido -tienes planes?- pregunta.

-Ay! De hecho...

-Nope! No tiene planes!- interrumpe Vivianne pues era la única que sabía de mi situación con el del Chelsea -está libre!- agrega yéndose.

No había escapatoria, ni tampoco deseaba negarme ante el delantero -tienes mi atención, Broja.

-Pues suerte la mía- entiende su brazo para que lo entrelace con el mío y así me lleva a pasear por el centro de Londres bajo la estrellada noche que estaba.

Entre risas y bromas se nos fue la noche hasta que llegamos a mi departamento y cuando buscaba las llaves, su mano me detiene -todo bien?- alzo la mirada.

Deducía por sus ojos que estaba nervioso -antes de que entres, hay algo que quiero preguntarte- confiesa.

Oh no... yo sabía perfectamente lo que era -sabes? Me lo dices luego. Tengo que...

-Es que esto no puede esperar- insiste haciendo que no despegara mi mirada de la suya -Lieke, no puedo seguir con esto, me gustas desde mucho y...

-Por favor, no termines esa frase- le pido angustiada.

Me mira confundido -no entiendo, hice algo malo?

Doy una pausa, ya no podía seguir evadiendo este tema -sé que me vas a pedir que sea tu novia, pero la verdad temo que no puedo decirte que sí- confieso.