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Santi Muñoz

imposible by Maria Bolio

-Anda, Gina, ve por mi tarea, sabes que si me salgo del salón una vez más- insiste Abigail y yo hago un bufido para finalmente salir a la puerta principal de la escuela pues ahí esperaría a su hermano quién traería la tarea de mi amiga.

Con la mirada busqué al hermano de Abi quien me lo describió como un chico de nuestra edad, cabello largo, orejas sobresalientes, nariz ancha y rostro alargado.

-Gina?- oigo que alguien me hablaba y yo me giro, justo el chico que andaba buscando.

-Santi?- pregunto y el asiente -Cómo sabes cómo me veo?- pregunto.

-Gina siempre habla de ti pues eres su primera amiga de la cual confía- dice feliz y yo sonrío.

-Tienes su tarea?- pregunto y él saca de su mochila los cuadernos pertenecientes de mi amiga. -Ok...- revisó que si sea pues si algo se de Santi que Abi me ha contado por experiencia es que Santi es un poco despistado, por no decir otra cosa más ofensiva pues Abi usó otro tipo de palabras para referirse a la torpeza de su hermano -...todo bien.

-No confías en mi?- Santi pregunta haciéndose el ofendido.

-Apenas y te conozco. Y Abi no confía en ti. Así que como de favor me pido que revisara antes de dárselos- explico y a Santi se le sale una risita.

-Típico de Abi.

-Ni que lo digas, no queremos que nos mate aún- bromeo haciendo reír a Santi aun más.

-Uy si! Para qué le buscas!- me contagia de su risa y ahora ambos nos estamos riendo.

-Jóvenes, a sus clases por favor que no queremos distracciones- pide uno de los prefectos que se nos acercaba.

-Te veré luego, Gina- Santi se despide y yo me dirijo de nuevo al salón.

Los días pasan y mis días no pueden transcurrir de lo mas aburrido, la verdad soy una persona que nunca sale pues me aburre salir con mis amigos y prefiero quedarme encerrada en mi casa.

-Gracias por dejarme quedar en tu casa- agradece luego de que sus padres se tenían que ir de viaje junto con Santi por cosas de él.

La curiosidad me mataba de alguna extraña razón, por qué Santi se tenía que ir? Eso significa que jamás lo volveré a ver?

-Oye, Abi, por qué tus padres se fueron con tu hermano y sin ti?- me atrevo a preguntar.

-Ah! Simple, mi hermano es futbolista profesional- responde y yo abro la boca.

-Santi? Que no tiene 18 años?

-Así es, pero ya se desempeña como jugador promesa en el Santos- explica Abi y yo me sorprendí aun más.

-Tu hermano ha de ser talentoso- halago.

-Amiga, no. Por favor no. No te enamores de Santi como todas las demás. Ayyy! No mames todas babean por mi hermano- pide fastidiada.

-Haha, como crees, solo preguntaba por curiosidad- río ante las reacciones de asco por parte de mi amiga.

-Hazme el favor, si hay puras interesadas que ya me tienen harta "oye me presentas a tu hermano" "oye y que es de tu hermano?" "Tienes un hermano muy guapo" "Y si me introduces a tu hermano?" Ay! Que enfadosas, la neta- se queja y yo me rio pues uso un tono de voz agudo cuando imitaba a las chicas.

-Te prometo que no me enamoraré de tu hermano- prometo y mi amiga sonríe.

Pero después de aquel día, todo cambió, no pasó ni una semana que empecé a seguir a Santi en Instagram y él me siguió de vuelta, aquello me puso muy feliz pues al menos me recuerda.

Luego me atreví a mandarle mensaje, el cual él me respondió al poco tiempo y ya de ahí empezábamos a hablar casi todos los días. Le preguntaba cómo le iba en sus entrenamientos, él me preguntaba cómo me iba en la escuela y así era cómo iniciaban las conversaciones.

Había veces en las que la gente me preguntaba por qué sonreía mientras miraba mi teléfono, supongo que Santi me sacaba una sonrisa cada que hablaba con él, incluso Abi empezaba a sospechar y me dolía ocultarle que hablaba con su hermano pero sabia que si le decía ella estaría en mi contra.

Y así nos mantuvimos hablando hasta que fueron los partidos de calificación para los Juegos Olímpicos, deje de hablar un poco con Santi pues lo convocaron y no me podía sentir más orgullosa de él.

-Ya era hora- bufa Abi mientras hablaba por teléfono con alguien -Sale, te quiero mucho. Suerte- por esas palabras asumo que era Santi.

-Quién era?- pregunto discretamente para saber algo de Santi.

-El babas de mi hermano. Me dice que próximamente ya no podrá llamarnos pues los de la directiva de fútbol se pusieron muy estrictos con eso de no distracciones- explica sin dar más detalle de Santi.

-Ah... ok...

-Te interesa mi hermano, cierto?- Abi alza una ceja y yo me sorprendo por sus palabras -Lo se, se como miras tu celular cada que le texteas a alguien. Es imposible que ocultes ese sentimiento. Ya! No me voy a enojar porque con el amor no se juega. Empaca tus cosas, nos vamos.

-Qué...?- preguntó muy sacada de onda.

-Iras a decirle a mi hermano que lo amas. Y sé que él también te ama porque me ha comentado que ha hablando con esta chica todos los días, así que asumo que eres tú- y en un abrí y cerrar de ojos ya nos encontrábamos en donde iba a tomar la final de la eliminatorias.

Mexico había ganado, y no me podía sentir más orgullosa de Santi quien había dado un partidazo el día de hoy, así que sin dudarlo me fui tras vestidores y le lancé un fuerte y grande abrazo.

Él al principio se tensa, así que se gira y al verme, se le forma una enorme sonrisa -Gina!- contesta aun más alegre -Qué haces aquí?- cuestiona aun sin creerlo.

Busco qué decir -Dime si es posible que tu sientas lo que siento? Te amo, Santiago Muñoz. Es imposible no pensarte todos los días. Y con eso sonrisa soy feliz todo el día. Tal vez con este ritmo podemos intentarlo?- se me escapa decir y tal cuál, Santi se sonroja, para después agarrar mi rostro y besarme en mis labios.

Puta madre! Estaba besando al hermano de mi mejor amiga.

-También te amo, Georgina Ordaz- confiesa Santi y ambos sonreímos de lo felices que estamos.