- 𝐑𝐨𝐥𝐥𝐞𝐫𝐜𝐨𝐚𝐬𝐭𝐞𝐫

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— MONTAÑA RUSA


—Addison—

Varios niños se encuentran jugando en el parque de la comunidad. El sol golpea directamente en mi rostro, dándome sensaciones de calor que hacía mucho tiempo no había podido disfrutar. Apenas está amaneciendo, por lo tanto, el poderoso sol al que estábamos todos acostumbrados todavía no estaba.

Me había escabullido. Estaba despierta desde las cinco de la mañana. ¿Por qué? La respuesta es simple: los bodoques me habían despertado. Lo único que sé es que en un momento estaba dormida, y en el otro tuve que ir corriendo al baño para vomitar lo que habíamos comido el día anterior. Aquello fue hace exactamente una hora. Que mala forma de comenzar el día.

Desde entonces no pude volver a pegar el ojo. Por ello me salí de la casa antes de que los demás se despertaran. Por supuesto, sé que me terminaré ganando un sermón por parte de mis hermanos y de Daryl, pero la verdad, es que poco me importa.

Acaricio mi vientre mientras escucho a los niños reírse y gritar mientras juegan entre ellos. Y mientras me siento feliz por poder tener la oportunidad de ver a mis hijos, también me siento nostálgica. Sophia Peletier podría estar disfrutando de esto ahora mismo, y nosotros permitimos que ella se escapase de nuestros dedos en un parpadeo.

Los hijos de Morales. Eliza y Louis. Tal vez (sólo tal vez) ellos lograron llegar vivos a Birmingham, pero no hay forma de saberlo. Si ellos estuviesen aquí, tendrían más o menos la edad de Carl y de Alexa, y aquello, era loco de creer, para cualquiera que hubiese estado afuera durante tanto tiempo lo sería.

No había podido socializar mucho con otras personas —además de que, para ser honesta, tampoco quería—. Varias mamás se me acercaron para saludarme, debido a que "era una luz de esperanza para todos," y gracias a eso muchos quieren congeniar conmigo. Una tontería, si me permiten ser honesta.

Pero no pasó del saludo. No me sentía cómoda con ellas cerca y se dieron cuenta. Cosas que sucedían en el antes que eran algo común, ahora ya no lo son. Y tener un grupo de amigas que se cuente cosas de los demás a espaldas de otros, simplemente no se siente digno, mucho menos correcto.

Es por ello que ahora me encuentro sentada en una silla frente al parque, viendo el sol resplandecer y sintiendo su calor por todo mi cuerpo. Un moño alto recoge mi cabello, sólo dos mechones sueltos que se movían a la par del viento.

Icarus ha estado siguiéndome desde que salí de la casa. No podía simplemente dejarlo allí adentro sabiendo que podría salir y comenzar a recorrer el lugar, además de que debía comenzar a enseñarle a hacer sus necesidades afuera. Afortunadamente no fue tan difícil, y él evacuó todo lo que su sistema digestivo consideró como basura más rápido de lo esperado.

Vi a una pareja con un perro. Icarus intentó acercarse para jugar, pero dicho perro no había querido que él se le mantuviera cerca. Así que tuve que llamarlo para que se regresara.

Pasa un rato jugando hasta que se cansa, así que se sube a la silla conmigo y después se acuesta en mi regazo.

Alguien se sienta a mi lado, más no me molesto en voltear. Veo como se despide de su pequeño hijo, una sonrisa tierna saliendo de mis labios cuando veo como le besa la frente antes de dejarlo salir corriendo con quienes asumo son sus amigos.

—Ten cuidado, acuérdate que papá y yo debemos prepararnos para la fiesta de mañana. —¿fiesta?, ¿quién mierda hace una fiesta ahora con todo lo que pasa ahora?

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⏰ Última actualización: Mar 03 ⏰

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━━━━━𝐒𝐔𝐑𝐕𝐈𝐕𝐎𝐑 【 𝐝𝐚𝐫𝐲𝐥 𝐝𝐢𝐱𝐨𝐧 】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora