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—Addison—
—¡¿Qué?!
Cierro los ojos y cubro mi cara, escuchando la respiración de Daryl acelerándose conjunto con la rabia que comenzaba a acumularse en su sistema. Él empuña las manos y, segundos después escucho como ésa misma rabia explota cuando le grita a mi hermano con todas sus fuerzas.
—Cielo...
—¡¿No pudiste esperar a que nosotros llegáramos?! —intento calmarlo colocando una mano en su hombro, pero él me repele de inmediato.
Maldición.
Llegamos a la prisión de noche. Por consecuente, no supimos mucho de lo que sucedió durante nuestra ausencia. Aparte de que una parte de la cerca finalmente cedió, pero gracias al cielo Carl y Rick estaban allí presentes y lograron contener a la horda que entró por un lado de la prision. Apenas llegamos, claramente Rick y Jeff lo primero y único que hicieron fue advertirnos que no teníamos tiempo para hacer algún tipo de conversación, todos en el bloque de los enfermos estaban pereciendo y no podíamos perder más tiempo. Daryl, Bob y yo corrimos al bloque para encontrarnos con los demás...o al menos, los que todavía se mantenían a salvo.
Todo nuestro esfuerzo sí que valió la pena. A pesar de que tuvimos varias pérdidas, más de las que me gustaría admitir, todavía teníamos personas por las cuales pelear. Will, Glenn, Sasha. Ellos son la razón por la cual arriesgamos nuestro pellejo, y pensar que con las medicinas ellos ahora se encontrarían bien..., mierda, no saben lo bien que se siente eso.
HORAS ANTES
—Eres un idiota sabías eso —le dije a Will, mientras le daba una infusión que había preparado Hershel con más medicamentos.
—Hicimos...hicimos un j-juramento —tose, y yo dejo que él se recueste en mi pecho, bueno sí que es raro porque él debería estar haciendo lo que yo pero hey, ¿siglo veintiuno no?
>>Hicimos un juramento, Addie; independientemente de en qué situación nos encontremos. Cuando entramos a la universidad, antes de comenzar con nuestro internado, antes de conocernos siquiera, hicimos el dichoso juramento.
Sonrío, cerrando los ojos; me permito recordar lo que juré hace tantos años en la universidad, en el momento de mi graduación. Momento en el que todo médico debe jurar antes de recibir sus correspondientes diplomas.
—Vamos, dilo con-conmigo —tose, y yo me río. Niego aún sabiendo que él estando adelante mío no me ve.
—No seas tonto...
—Vamos, tonta —alza la mano y, sin poder evitarlo me carcajeo mientras yo también lo hago. Sasha, Glenn, Maggie y Bob nos escuchan con una sonrisa plantada en sus caras.
