𝟑.𝟎𝟏 - 𝐒𝐞𝐞𝐝

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3.01 — SEMILLA

Gracias al cielo nos encontrábamos lo suficientemente alejados del grupo como para darnos el lujo de hacer esto

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Gracias al cielo nos encontrábamos lo suficientemente alejados del grupo como para darnos el lujo de hacer esto. Supongo que después de tanto tiempo lo que más necesitábamos era tener un momento a solas, y ahora, sí que lo estábamos teniendo.

Gemidos salían de nuestros labios, los dos, queriendo sacar lo mucho que nos necesitábamos. El placer que sentía al tenerlo encima mío, apretando mis caderas, y gimiendo escondido en el hueco de mi cuello era demasiado para mí, además de las profundas embestidas que me estaba propinando.

Un quejido salió de mis labios, sabiendo que estaba cerca de llegar a la cúspide de mis placeres más eróticos. Subí mis piernas a su cintura, y las apreté allí, arqueando mi espalda y dejándome llevar por el erotismo del momento. Ya no me importaba si caminantes nos escuchaban, la verdad es que...demonios, después de tantas semanas sin poder hacerlo, por no poder encontrar un lugar así, para estar sólo nosotros dos, la verdad es que me importaba poco lo que nos rodeaba.

Encajé mis uñas en sus hombros, sacándole un gemido que jamás le había escuchado. La verdad, es que los dos estábamos igual de excitados y necesitados de esto.

Sin pedirle permiso, mucho menos explicaciones, sólo me volteé con fuerza, quedando encima suyo. Él jadea, intentando ponerme de nuevo contra el suelo, pero no se lo permito, empujándolo contra el pasto y embistiéndolo con fuerza. Él gime, rindiéndose y colocando sus manos en mis caderas. Así era tener intimidad, nosotros dos éramos así, y nos encantaba de esa forma.

No tuve que emitir palabra alguna para decirle que estaba cerca. Él aprendió a conocerme a lo largo de estos largos meses, aprendió a conocer mis puntos de clímax más altos, al igual que yo aprendí los suyos. Los dos éramos un reguero de besos, mordías y suspiros.

Daryl se sienta, haciendo que los dos quedemos reposados contra el suelo. Sí, puede ser algo incómodo, pero la verdad es que poco nos importa. Lo único que necesito es llegar al orgasmo, y ahora.

Él hecho de estar así nos hace estar más cerca, jodida mierda, se siente tan bien...

—Dios mío, D —jadeo moviéndome más rápido—. Amor —muerdo su hombro, queriendo contenerme, pero no puedo. No más—. Me voy a –, ah, carajo —gimo con fuerza.

—Lo sé, yo también —él echa la cabeza para atrás, y yo aprovecho para besar su pecho—. Preciosa...

Él proporciona una mordida —no tan suave— en mi cuello, logrando que un gemido definitivo sea el que me lleve al borde del abismo. Cuando yo llego, él rápidamente se sale de mi cuerpo, y mientras yo me recupero, él termina afuera, dejando un reguero de su...semilla encima de mi estómago. Santa mierda.

Sí que había extrañado esto.

Habían pasado muchos meses desde que perdimos la granja, y no puedo decir que lo sepa porque haya comenzado a contar los días, porque estaría diciendo una enorme mentira. Simplemente lo sé, porque además de que logramos atravesar el invierno, —uno condenadamente helado—, el vientre de Lori Grimes estaba a punto de explotar, y tanto Hershel como yo sabíamos que era cuestión de tiempo antes de que ella diese a luz al bebé que tanto hemos batallado por cuidar.

━━━━━𝐒𝐔𝐑𝐕𝐈𝐕𝐎𝐑 【 𝐝𝐚𝐫𝐲𝐥 𝐝𝐢𝐱𝐨𝐧 】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora