━━━━━𝐒𝐔𝐑𝐕𝐈𝐕𝐎𝐑 【 𝐝𝐚𝐫𝐲𝐥 𝐝𝐢𝐱𝐨𝐧 】

𝟏.𝟎𝟓 - 𝐖𝐢𝐥𝐝𝐟𝐢𝐫𝐞

1.05 — FUEGO FORESTAL.

La mañana siguiente cuando me desperté Daryl ya no estaba en la tienda. Supongo que se había levantado mucho más temprano que yo, —teniendo en cuenta que tras mirar mi reloj, eran más o menos las once de la mañana—. Gracias al cielo el dolor de cabeza había desaparecido, más aún se podía sentir un poco de presión en donde me habían golpeado.

Tras haber buscado mi cepillo, —una de las pocas cosas personas que me había traído, porque además de mi cepillo, no podría vivir sin toallas higiénicas, cepillo de dientes y demás cosas íntimas que la verdad no se que es lo que haré cuando comiencen a escasear. Sólo espero y rezo que cuando las busque no sean tan difíciles de encontrar—; arreglo mi cabello, quitándole uno que otro nudo consecuente de haberlo dejado suelto ayer. Tras desenredarlo, opto por hacerme una trenza, queriendo evitar que se entrometiese mi largo cabello en el camino, por lo menos hoy, cuando hay tanto por hacer...tantos cuerpos por enterrar...por quemar.

Agarro mi espada y la coloco donde pertenece, detrás de mi espalda; me pongo mi cinturón, conjunto con mi pistola en mi costado derecho, para finalmente abandonar la tienda.

En ocasiones, detesto ser tan débil. Sobretodo al ver tantos cuerpos amontonados en esta cantera. Me hubiese gustado poder ayudar más, pero tal vez, sólo tal vez, William tenía razón. Y si mi hermano y los demás no hubiésemos ido ayer para Atlanta, y no hubiésemos traído aquellas armas, las cosas habrían podido terminar mucho peor.

Mientras caminaba hacia Glenn, que estaba cerca de la casa rodante apilando cuerpos, observé a Andrea, quien se encontraba en el mismo lugar de anoche, sosteniendo el cuerpo inerte de Amy, mirándola destrozada. Mis ojos ardieron al verlas, maldita sea, Amy era la chica más pura de todo este maldito sitio, y no se merecía toda la mierda que le había pasado. Mucho menos Andrea, que si bien no me llevo del todo bien con ella, eso no quiere decir que no logre no ponerme en los zapatos de ella.

Mierda eso llega a ocurrirle a alguien de mi familia y yo me muero. En ocasiones soy tan ilusa, y eso lo tengo más que claro; quiero seguir soñando con que a pesar de que el mundo se fue a la mierda, nosotros tendríamos la oportunidad de prosperar, de mantenernos a salvo. Por más de que se que debo convencerme de que no es así, que en cualquier momento las cosas pueden cambiar, no quiero hacerlo, y quiero seguir engañándome a mí misma, así sepa que eso me dejará echa pedazos si algo trágico sucede, con Lori, con Carl...mi hermano, y hasta Glenn...maldita sea, todas las personas de este campamento se habían vuelto tan cercanas para mí, que perderlas realmente me rompía el alma de siquiera pensarlo.

Detuve mis pasos, y en lugar de caminar hacia mi amigo asiático, me dirigí hacia donde se encontraba mi cuñada, sentada alrededor de la fogata que ya se encontraba apagada. A diferencia de ella, me mantuve de pie, pero clavé mi mirada en el ahora débil hilo de humo que se desprendía de lo que quedaba de aquella leña toda quemada.

—¿Aún no se mueve? —pregunta Rick, llegando a nuestro lado.

—Ni siquiera nos habla, lleva ahí toda la noche —respondió Lori—. ¿Qué hacemos?

Will aparece a mi lado, por lo que me abraza de inmediato: —¿Cómo amaneces? —toca con suavidad los puntos y gruño, adolorida—, están mucho mejor, gracias al cielo la inflamación bajó. Ya toca esperar es a que sanen los puntos, y en un par de días puedo quitarlos.

—No podemos dejar a Amy así —Shane me sacó de mi pequeña conversación con Will.

Observé cómo mi hermano caminó hacia Andrea, dando pasos lentos queriendo no presionarla. No alcanzó a llegar al metro de distancia cuando la rubia sacó su pistola y le apuntó; abrí los ojos, sintiendo mi alma caerse al piso. Él estaba completamente expuesto y ella le estaba apuntando sin siquiera mirarlo. ¿Qué carajos pasaría si se le dispara el arma?