Capítulo once

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Richard.

11 de febrero, 2023

Recibo un mensaje de Max cuando estoy saliendo de casas de mis padres cuando lo leo siento que el corazón se me va a salir.

Max: El avión de Jenna acaba de aterrizar. Iremos a casa de nuestros padres.

Richard: Voy para allá.

Max: Richard, por favor. Déjala que ella te llame o te busque para que hablen.

No le contesto y me subo a mi auto, mi mente no deja de decir que ella ya está acá. Se que le tengo que dar tiempo para que ella se acostumbre y cuando ella quiera yo estaré dispuesto a hablar con ella y pedirle perdón. Perdón por ser el imbécil que fui con ella antes de que se fuera.

Se que no puedo ir al aeropuerto porque soy tan caprichoso que no le hare caso a Max y iré por ella así que decido ir a casa de sus padres esperare hasta que lleguen y me conformare con verla de lejos, ver que está bien. Freno en la esquina de donde viven los Jones y espero a ver el auto de Max en el proceso recibo mensajes de Natalie recordandome que tengo varios pendientes para el día de hoy.

El sonido de un auto llama y atención y mi corazón se acelera viendo que es el Max segundos después de que se estaciona puedo ver como primero baja Max para ayudar a Sophie y por último ella. Cuando la veo se me va la respiración, va vestida con unos jeans ajustados, una blusa básica blanca con una jacket de jeans su cabello va mas largo que antes. La observó sacar las maletas y volver la vista cuando la puerta de su casa se abre y aparece Olivia, ella corre y mi corazón se hunde por la escena de ella con su familia. Alex y Max la ayudan con las maletas la observó decirle algo a Olivia y ella entra a casa, Jenna se vuelve como si sintiera mi mirada se abraza y entra a su casa.

Me pongo la mano en el pecho porque siento se me va a salir el corazón, mi respiración es irregular, no me creo que ella está acá. Mi mente me recuerda que tengo que ser paciente sé que no va a querer verme mañana mismo, pero no dejaré de preguntarle a Max por ella. Observó como otro Jeep se estaciona detrás del de Max y de el baja Eva corriendo, siempre ha sido así de apresurada en la vida en cambio Jenna ha sido la más tranquila de los hermanos.

—Vamos, Richard. Tienes que irte no puedes ir detrás de ella —me digo a mí misma.

Arranco el coche y me encamino al despacho, quince minutos después estoy entrando a la oficina con una café en mano, pero antes de entrar Natalie se mete en mi camino.

—Tu padre está aquí —me hace saber.

—Gracias, Nat —le entregó una dona que compre.

Me da una sonrisa de agradecimiento y entro a mi despacho, veo a mi padre sentado en mi silla sus manos debajo de mi barbilla viéndome fijamente. Mi padre siempre ha sabido leerme perfectamente, de pequeño siempre me ayuda cuando me sentía desorientado, mi madre es otro caso siempre me dio cariño, pero nunca supo cómo ayudarme, pero a Celia sí que lee bien.

—Perdona por la tardanza —me disculpo.

—No pasa nada, prefiero estar acá a estar en casa con tu madre pegando gritos al teléfono —me da una sonrisa—. Aquí me tienes, que querías hablar conmigo.

Tomo un poco de aire y pienso bien mis palabras, se que mi padre me entenderá además ya tengo a quien podría manejar el despacho.

—Primero que todo, gracias por venir se que no te gusta venir mucho —me siento frente a él—. Desde hace meses que esto está pasando por mi mente y hace unos días lo decidí y lo único que espero de tu parte es que me entiendas y me apoyes en todo.

Destinos Cruzados - [BORRADOR] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora