Destinos Cruzados - [BORRADOR] ✔️

Capítulo trece

Richard.
23 de febrero, 2023

Me duele la cabeza de tantos flashes y de tantas preguntas, mi padre me da un asentimiento de cabeza para que continúe con la última entrevista que daré.

—¿Ya tienen a un posible sustituto? —me pregunta el hombre frente a mí.

—Lo hemos venido hablado y tenemos a alguien, cuando todo el acuerdo esté cerrado daremos más información.

Continuó con un par de preguntas más y cuando nos indican que el tiempo ha acabado suelto un suspiro de alivio. Le doy la mano y me despido amablemente.

—¿Has hablado con Max? —pregunta mi padre cuando llega a mi.

—No, habló conmigo antes de la entrevista vendrá dentro de poco y hablaré con él antes de irme al último viaje de negocios.

—¿Último viaje de negocios? —me mira extrañado.

—Salió un negocio en Alemania, será el último que haré.

—Eso es raro.

Me encojo de hombros cuando siento mi celular vibrar en mi bolsillo.

Número desconocido: Disfruta de tu viaje.

Frunzo el ceño por el extraño mensaje sin darle importancia vuelvo a guardar el celular y hablo con mi padre de algunos negocios.

—Necesito salir de aquí —le digo a mi padre y a Natalie.

—Puedo llamar a Daniel para que te lleve —me dice Natalie.

Niego con mi cabeza y me encamino a la puerta el frío de Londres me recibe y tomo varias respiraciones, en los últimos días mi pecho se apreta por la falta de aire.

Camino por las calles deteniéndome a observarlo todo nunca había detallado lo hermoso que era Londres, visualizó un parque y me dirijo a él.

Camino distraída mente que no le pongo atención a la pareja que viene frente a mí hasta que choco con el hombre.

—Perdóname...—mi frase queda en el aire cuando la veo.

La sorpresa en su cara es igual a la mía y lentamente deja ir el brazo del hombre con el que he chocado. Nos quedamos en silencio viéndonos hasta que el hombre junto a ella habla.

—¿Jenna, estas bien? —le pregunta poniendo una de sus manos en sus mejillas.

Hago mi manos en puños sin que ellos los noten y ella le sonríe tiernamente.

—Estoy bien —le dice quitando su mano lentamente—. Emm...hola Richard.

El hombre se tensa cuando escucha mi nombre.

—Hola, Jenna —le sonrió un poco.

Después de ese penoso saludo nos quedamos en silencio, no aguanto más necesito salir de aquí.

—Fue un gusto volver a verte pero me tengo que ir —le digo viéndola directamente—. Nos vemos.

Me alejo de ellos rápidamente en dirección al despacho llevo una mano a mi pecho y lo froto mientras me dirijo al ascensor tomó varias respiraciones para calmarme pero nada ayuda.