Destinos Cruzados - [BORRADOR] ✔️

Capítulo dieciséis

Richard.

¿Conocen esa sensación de que a pesar de haber dormido horas, pero igualmente te sientes cansado? En estos momentos lo estoy experimentando, pero ahora eso no importa. Lo único que importa es como se sienten los labios de Jenna sobre los míos, siempre imagine como sería, pero no me prepare lo suficiente para esto.

Sus labios se mueven lentamente sus manos están a los lados de mi cara marcando el ritmo, pero lo que yo necesito es tenerla más cerca así que intento acercarla, pero lo que logro es que ella se separe de mí, gimo por la falta de su presión.

—¿Qué se supone que estás haciendo? —pregunta cuando se aleja.

—Intento tenerte más cerca —trato de alcanzar su mano, pero un dolor punzante evita que lo haga.

Hago una mueca logrando que Jenna se siente en la cama y ponga una de sus manos en mi hombro para que me acuesta de nuevo.

—Joder, como duele —me quejo.

—Trata de quedarte quieto, tienes que descansar —me ordena.

Le hago caso y me quedo observándola más bien detallándola, debajo de sus ojos puedo notar unas pequeñas ojeras supongo que estos días no ha dormido lo debido.

—¿Qué? —me pregunta con una sonrisa.

—Nada, solamente pensé que no volvería a verte.

Sus ojos se humedecen y se inclina hacia adelante dejando un pequeño beso en mis labios por instinto llevo una de mis manos detrás de su cabeza para que no se aleje y profundizar el beso. Mis labios se mueven rápidamente sobre los de ella provocando que de mi garganta salga un pequeño gemido de placer, sus manos van a mis hombros acercándose más a mí. Algo hace que ella se aleje un poco de mi y cuando abro mis ojos sus labios están hinchados y su respiración es pesada.

—Espera —me dice jadeante—. Tenemos una conversación pendiente.

Mi mano que antes estaba detrás de su cabeza cae en la cama y trato de acomodarme en esta pequeña cama de hospital. Asiento al mismo tiempo que llevo mi mirada a la ventana siento como la cama deja de tener un peso encima, Jenna se ha alejado hacia la puerta la abre para hablar con alguien y sale segundos después entra mi papá.

—Papá —mi voz sale aun un poco ronca.

—Hijo mío —se acerca rápidamente a mí y me abraza.

De pequeño siempre buscaba los brazos de mi padre, lo buscaba primero para enseñarle alguna nota de la escuela incluso era el primero que buscaba antes de ir a dormir.

Cuando se separa pasa sus manos por toda mi cara con sumo cuidado y una pequeña sonrisa cansada aparece en su rostro.

—Que susto nos pegaste —me dice serio.

No puedo decir nada las palabras no pueden salir y lo único que puedo hacer es atraerlo para otro abrazo siento como su cuerpo se sacude llorando en silencio.

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13 de marzo, 2023.

Ha pasado una semana desde que desperté y lo único que me han hecho son exámenes para saber si por el accidente habrá secuelas y también ha pasado una semana desde que vi a Jenna. Desde aquel día que salió de la habitación no la volví a ver, mi padre dice que ha estado acá pero no ha entrado.

—Esta afuera, le dije que pasara, pero me ha dicho que tiene que hacer una llamada —dice mi padre metiendo algunas cosas en un bolso.

—Saldré a hablar con ella —me levanto lentamente de la cama.