Capítulo treinta y seis

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Jenna.
18 de diciembre, 2023.

Tatareo la canción que está sonando en mi computadora mientras termino de meter la ropa en las maletas, no pensé que tendría tanta ropa ya que no me lleve mucho cuando me fui a Alemania, pero conforme fueron pasando las semanas me fui comprando más prendas.

Después de varios minutos doblo la última prenda de ropa de Richard y la meto dentro de la maleta y doy por terminada esta tarea. Cierro la maleta y con un poco de esfuerzo la bajo de la cama, si Richard me viera haciendo esfuerzo me regañaría ya que el doctor me pidió que no hiciera tanto esfuerzo.

—Cariño, ya todas las cajas de abajo están aseguradas—dice Richard entrando al cuarto—Los de la mudanza vendrán mañana a las siete de la mañana e instalarán primero nuestra habitación.

Guarda silencio cuando ve las maletas a mi lado y cierra un poco los ojos haciéndome sonreír angelicalmente.

—Te prometo que no he hecho tanto esfuerzo—levanto mis manos en señal de rendición—Termine de empacar las maletas porque sabía que tú meterías la ropa en cajas y no podía permitirlo.

—En eso te doy la razón—se acerca a mí—Pero deberías de descansar, has pasado todo el día metiendo las cosas en las cajas. Anda un rato a la cama, yo terminare de acomodar las cosas que faltan en el cuarto.

Asiento y camino hacia la cama que tiene las únicas sabanas afuera, cuando me siento el alivio de por fin descansar mis pies y es que Richard tiene razón me he pasado todo el día metiendo las cosas en las cajas que no me he tomado un descanso.

—¿Te duelen los pies? —pregunta cuando ve mi mueca.

—Un poco, creo que tuve que tomar este descanso hace unas horas.

Miro mi reloj de mano y marca que son las tres de la tarde, nos levantamos a eso de las siete y media para poder terminar lo antes posible y creo que por mi parte he terminado el día de hoy.

Nos hubieras esperado desde de que nacieran los mellizos, pero con ellos sería más difícil hacerlo entonces decidimos pasarnos antes de que ellos llegaran, además estoy ansiosa de poder decorar su habitación. Decidimos que al principio durmieran en la misma habitación y conforme vayan creciendo tendrían sus habitaciones propias, ya que la casa que compramos tiene alrededor de nueve habitaciones además de la principal, solamente por si en el futuro tuviéramos más hijos.

—Anda, acuéstate—saca algo de la mesita de noche—Te daré unos masajes.

Se sienta a la altura de mis pies y pone un poco de crema en sus manos para luego frotarlas y empezar a darme el masaje, casi puedo sentir alivio cuando poco a poco va masajeando mis pies. Han sido varias veces en donde Richard me ha tenido que dar algún masaje ya sea en los pies o en los hombros, con solo cuatro meses de embarazo he tenido muy pocos síntomas por lo cual casi no he vomitado, la hinchazón de pies se hizo presentes hace unas semanas.

—¿Mejor, cariño? —su voz me saca de mis pensamientos.

—Sí, ahora lo que quiero es dormir un poco—me acomodo mejor—Después quiero salir un rato y tomar un poco de aire, estar todo el día entre cajas y metiendo todo me tiene un poco harta.

Lo siento levantarse y pienso que se va a acostar a mi lado, pero nunca siento el otro lado de la cama hundirse.

—Haremos lo que tú quieras, mientras tanto puedes dormir una hora—lo escucho mover algo—Podemos salir y comer algo afuera, te levantara para no salir tan tarde.

Lo único que puedo hacer es asentir, siento como deja un beso en mi frente para después salir de la habitación. Suspiro hundiéndome un poco en las sábanas blancas tratando de poder dormir, pero el bulto que tengo en mi estomago no me deja hacerlo cómodamente.

Destinos Cruzados - [BORRADOR] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora