Capítulo treinta y cuatro

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Richard.
27 de noviembre, 2023.

Observo el hermoso patio de la casa que hemos venido a ver, están amplio que podríamos tener miles de perros y tendrían espacio. Hay un pequeño jacuzzi que le hace tener un aire más bonito de lo que ya tiene, nos imagino viviendo en esta casa con nuestros hijos y una sonrisa llena mi rostro.

—¿Todo bien? —escucho la voz de Jenna.

Me vuelvo y sonrío aún más viéndola usar un hermoso vestido que hace que tenga una vista hermosa de su barriga, a pesar de tener tres meses se le nota mucho más estas últimas semanas.

—Todo bien, estaba pensando que esta casa es justo lo que buscamos—le digo acercándome a ella—Hay un total de ocho habitaciones, cada una de ellas con su baño propio. Es lo que estábamos buscando, además, me imagino a Loki y Thena en ese patio trasero.

—¿Lo viste? —se le iluminan los ojos—Esta hermoso, apenas lo vi me enamoré de él.

Asiento mientras salimos al patio viendo nuevamente lo hermoso que es, nos tomamos nuestro tiempo porque ya es la quinta casa que vemos en una semana y ninguna de las anteriores no ha gustado. Después de unos minutos, Shirley llega a nosotros con una sonrisa nerviosa.

—¿Y que tal? —nos pregunta nerviosa.

Jenna y yo nos volvemos a ver y asentimos sonriendo.

—Queremos esta casa—decimos al mismo tiempo.

Puedo jurar que el suspiro que lanza Shirley es un suspiro de alivio ya que no tendrá que buscarnos más casas durante la próxima semana. Ella nos da los papeles de la propiedad y firmo, tendremos que ir al banca porque la suma de venta es un poco—mucho—alta. Salimos de esa casa con una sonrisa en nuestro rostro.

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—Ya te dije que no, Jenna—digo por quinta vez.

La observo de reojo y veo su puchero, estamos discutiendo sobre que haremos el fin de semana para la cena que tenemos preparada para dar a conocer la casa que hemos elegido.

—Pero, es una oportunidad única—me dice de nuevo—Además, podrás ir conmigo. Solo solo tres horas de viaje en auto, bueno, una hora y tanto si vamos en avión.

Suspiro volviéndome a verla, esta con la espalda recostada en la cabecera vistiendo solamente una de mis camisas. Cuando nota que la estoy viendo me da una sonrisa que sé que a lo último no podre decir que no, a observo acercarse a mí como puede ya que su barriga se lo impide un poco.

—Anda, cariño—dice sentándose en mi regazo—Es una exposición de arte que he querido ir desde hace meses.

Sus labios dejan cálidos besos en mi pecho desnudo, sus manos acarician mis brazos y sus caderas se mueven un poco sobre mí, lanzo la cabeza hacia atrás porque la excitación está creciendo en mí.

—Te odio en estos momentos, nena—digo sintiendo como besa mi nuez de Adam.

Su risa se escucha y poso mis ojos en los suyos, me sonríe maliciosamente.

—No, tu me amas, Richard Di Blackson—mece más sus caderas.

Siento más besos en mi cuello y sé que he perdido cuando sus pequeños gemidos llegan a mi oído.

—Esta bien, iremos a Manchester—poso mis manos en su cintura—Y esto es jugar sucio.

No me hace caso y simplemente me besa, sonrío en medio del beso porque lo que más me gusta hacer en este mundo es hacer feliz a esta mujer, llevo mis manos hacia el dóblalo de la camisa que usa para subirlo un poco y dejar descubierto de la cintura para abajo.

Destinos Cruzados - [BORRADOR] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora