Destinos Cruzados - [BORRADOR] ✔️

Capítulo treinta y ocho

Jenna.
04 de abril, 2024.

Paso la página de la revista que tengo apoyada en mi regazo mientras espero que Richard termine de cambiarse para dormir, la cama de nuestra nueva habitación es muchísimo más grande como siempre la he querido.

—Cariño, en la tarde me han llegado las fotos que nos tomaron hace meses—dice saliendo del baño—Puedes verlo en el móvil.

Levantó la vista hacia él viéndolo secarse el cabello, sus ojos se posan en mí y me da una pequeña sonrisa. Trató de moverme hacia el lado de su cama, pero me es imposible por la barriga.

—Déjame que te lo pase—me dice, pero no le hago caso.

Trató de moverme un poco más, pero en ese momento siento un dolor en la parte baja del estómago haciendo una mueca por el dolor. Muevo un poco las sabanas de la cama y me encuentro con que estas están mojadas.

—Rich—me voz suena quebrada—Creo que los mellizas van a nacer.

—¿Qué?

Una nueva ola de dolor hace que suelte un quejido lo que hace que Richard reaccione y se acerque a mí.

—Pero todavía falta mucho—acaricia mi mejilla—Voy a traer todo y te ayudo a levantarte, dame unos minutos, amor.

Lo observo salir de la habitación para poder ir a la habitación de al lado que será la de los mellizos, trato de respirar como he leído mientras espero a Rich así que como no dejé mi móvil tan lejos lo agarro y le marco a mi mamá.

Tarda unos minutos en atender y cuando lo hace casi no puedo hablar.

—Jenna, hija—la escucho hablar varias veces más—¿Qué te pasa? ¿Estás bien?

—Mamá, los bebés ya van a nacer—digo cómo puedo—Estamos por salir a la clínica.

Cuando le digo eso escucho que empieza a hablarle a mi papá y después no escucho nada porque Rich entra a la habitación con dos bolsos en sus hombros, se acerca a nuestro armario para poder sacar mis cosas.

—Listo, andando—se acerca y me ayuda a pararme—¿Cada cuánto tienes los dolores?

En ese momento siento otro tirón, aprieto el antebrazo de Richard y mis piernas tiemblan. En ese momento observo a Jackson entrar por la puerta.

—¿Jackson?—pregunto confundida—¿Qué haces aquí?

—Le pedí que se quedara por alguna emergencia, agradezco por haberlo hecho.

Richard le entrega las bolsas a Jackson para poder cargarme, todo pasa en cuestión de minutos y casi no puedo procesar todo.

Tengo varios recuerdo de los momentos en los que íbamos en el auto y en cómo Richard trataba de ayudarme a respirar y las contracciones eran cada vez más seguidas.

Llegamos y en la clínica ya estaban todos, mis papás, mis hermanos; menos Lizzie. Isaak, Sophie, Eda y Celia. Los papás de Rich y Sophie, todos se acercan cuando nos ven llegar y minutos después sale la doctora Law juntos con varias personas más.

—Jenna, ¿estas lista?

Asiento un poco cundo puedo, me pasan a una silla de ruedas para poder llevarme a una sala en donde me cambian de ropa y pasan a la camilla en donde se tara el parto.

—Quiero a Richard conmigo—lloriqueo.

—Estará aquí en unos minutos, cariño—la doctora Law me acaricia la cabeza.

Los observo acomodar todo y ponerme las piernas abiertas y ponen una sábana en mis rodillas.

—¡Jenna!