Destinos Cruzados - [BORRADOR] ✔️

Capítulo treinta

Jenna.
08 de octubre, 2023.

Siento como dejan pequeños besos por mi hombro llegando hasta mi espalda desnuda, siento como su mano quita mi cabello para dejar pequeños besos por mi nuca. Sonrió antes de abrir mis ojos para voltear a ver la cara del hombre que más me ama. Sus ojos tienen un brillo especial que me hace suspirar haciendo que una sonrisa brillante adorne su cara.

—Buenos días, cumpleañera. —besa mi nariz.

Suelto una risita y me lanzo contra él.

Mis labios chocan con los suyos y suspiro por el calor de su cuerpo, mi cuerpo tiembla cuando pone sus manos en mi cintura desnuda y me ubica encima de él haciéndome gemir por el contacto directo de nuestras partes.

—¿Sabes que quiero de regalo? —pregunta entre besos.

—¿No sería yo la que tendría que pedir algo? —gimo cuando muevo mis caderas.

Suelta un murmullo mientras baja sus besos desde mi mejilla hasta mi cuello logrando que suelto algunos suspiros de placer y siento como su miembro crece debajo de mí.

—Lo mío quedará para atrás. Dime que quieres. —muerde mi cuello.

Sonrió y lo empujó haciendo que caiga de espaldas me levanto poniéndome sobre mis rodillas y poder ver su hermoso cuerpo. Llevo mi vista hacia su miembro que esta reluciente y puedo ver un poco de su semen en la punta cuando llevo mis ojos hacia él puede ver que ha entendido.

Sonrió y comienzo a bajar la cabeza hacia abajo y escucho como suelta un suspiro. Cuando estoy a escasos centímetros lo agarro con mis dos manos y lo empiezo a masturbar, poco después lo guío a mi boca y dejo un beso en la punta antes de meterlo en mi boca haciendo que Richard gima.

—Maldita sea, tu boca será mi puta perdición. —gruñe.

Empiezo a mover mi boca de arriba hacia abajo ayudándome con las manos, sus manos van a mi cabello haciendo una coleta para acto seguido empujar en mi boca logrando que me atragante un poco, pero no le importa porque sigue empujando y eso solo hace que me humedezca más.

Llevo una de mis manos hacia mi coño e introduzco dos dedos y empiezo a follarme yo misma el sonido de mis dedos saliendo y entrenado más la mamada que le estoy haciendo a Richard es lo único que se escucha en toda la habitación.

—Necesito tanto joder tu coño. —gruñe.

Eso hace que aumente mis movimientos y gima con su miembro en mi boca. La necesidad que sean sus dedos o su miembro que esté haciendo este trabajo me hace sacarlo de mi boca y de un rápido movimiento este encima de él y su pene esté entre los pliegues de mi coño.

—Vamos, cariño. Dados lo que necesitamos.

Y haciéndole caso comienzo a introducirlo en mí haciendo que gima y haga mi cabeza hacia atrás. Sin perder tiempo empiezo a subir y bajar rápidamente haciendo que nuestras pieles choquen y el sonido hinche más su pene por los movimientos.

—No sabes cuanto amo verte así. Movimiento como si fueras la puta reina de todo el mundo.

Sin previsto me da un azote en una de mis nalgas y gimo alto haciéndolo sonríes. Con su ayuda aumentó los movimientos y empiezo a gemir más seguido sin importarme nada. Siento como una corriente me recorre la espalda anunciando mi orgasmo.

—Rich, Dios mío. Estoy apunto. —gimo y me agarro de la cabecera.

—Vamos, Jenna. Córrete encima de mí y demuéstrame una vez más cuánto se humedece ese coño por mi.

Sin poder aguantar más me vengo por sus palabras en un alto gemido, el empuja varias veces hasta que suelta un gemido ronco corriéndose dentro de mí. Me dejo caer encima de su pecho con la respiración acelerada.