Así fue, padre e hijo crecieron separados, pero siempre en contacto, aunque durante ese tiempo, Adrien no se había vuelto a enamorar jamás, hasta que llegó aquel chico con sus hermanos, el estaba paseando con tranquilidad en el jardín de su mansión, cuando de repente un chico de cabello castaño aterrizó frente a el....
Adrien: ! —Observa un tanto sorprendido—
¿?: ¡¿Ven?!, ¡¿Aqua?! —El chico buscaba a esas dos personas, que nombró—
Adrien: Oe, niño —El mayor habló llamando al muchacho—
Cuando ese chico escuchó hablar a aquel hombre, se lanzó rápidamente a atacarlo, algo que no pasó desapercibido por Adrien, quien sólo se limitó a esquivar los ataques del chico.
En un momento dado inmovilizó al muchacho.
Adrien: Eres muy lento niño —Dijo esbozando una leve sonrisa en su rostro—
El contrario intentó liberarse, pero no podía hacerlo, porque aquel hombre lo sujetaba con fuerza pero sin lastimarlo.
¿?: ¡Suéltame! ¡Debo encontrar a Aqua y a Ven! —Se sacudía intentando liberarse—
Adrien: Oe, cálmate de una vez, tú como te llames, sino no te voy a liberar y no veras a tus.... ¿Amigos?
¿?: Me llamo Terra y ellos.... Son mis hermanos....
Adrien: Como sea.... Si te suelto ahora, ¿No intentaras hacer algo estúpido?.
El muchacho se quedó callado por un momento, no sabía que decir.
Adrien: ¿Si o no?, responde de una vez, ¿O acaso quieres morir?
Terra: Esta bien....
El pelinegro liberó al muchacho, pero antes se aseguró de que no hiciera algo estúpido.
Después de ello, Adrien guió a Terra al comedor de su mansión, allí estaban dos jóvenes, una chica de cabello azul corto y un chico de cabello todo despeinado, inmediatamente Terra corrió a abrazarlos, pues estaba feliz de que ellos estuvieran bien.
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Adrien: Que tierno reencuentro —Dijo como si nada a la par que se sentaba en la mesa y uno de sus empleados le servía una copa de vino la cual después tomó entre sus manos—
Los tres chicos voltearon a ver al apuesto hombre, Ventus y Aqua se pusieron en guardia en caso de que el quisiera atacarlos, en cambio Terra solo se quedó viéndolo detalladamente, aquel hombre tenía el cabello de color negro azabache, hipnóticos ojos morados, una tez pálida como la de un vampiro y portaba un elegante traje negro que resaltaba su figura.
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Terra se quedó embobado mirando a ese apuesto hombre, pero se puso nervioso y volteó su cara para que el no lo notara.
Adrien: Bien.... No sé si estén enterados de esto, pero aquí, los niños o adolescentes menores de 18 años no pueden andar solos por las Tierras de Piroxeno, ya que serán llevados a un orfanato, lamentablemente dependiendo de su suerte, el orfanato será confortable o desagradable y.... Hay otro problema, no cualquier persona o pareja adopta a tres chicos al mismo tiempo, ya que a veces no tienen para mantenerlos o en otros casos solo quieren a adoptar uno.
Ventus: Pero, estoy seguro que habrán buenas personas que– —Decía el rubio con inocencia, pero Adrien lo interrumpió —
Adrien: No se sabe niño, ya casi no hay buenas personas en este mundo y las pocas que hay.... O se ocultan para sobrevivir o están más que muertos.... Y además de que hay personas malas que parecen buenas y hay personas buenas que parecen malas —Ve qué esos tres se pusieron pálidos— Lo siento.... Pero así son las cosas aquí, no puedo ser sutil porque no lo entenderían.
Aqua: Pero.... Tú eres una buena persona, ¿No es así? —Preguntó mirando a aquel hombre—
Adrien: —Niega con la cabeza— No soy una buena persona.... Yo soy la peor persona que puedas conocer —Dijo el pelinegro en un tono neutral—
Terra: .... Pero si fueras una mala persona nos hubieras matado a los tres apenas vernos.... O nos hubieras golpeado de forma incansable hasta dejarnos malheridos.... —Dijo mirándolo fijamente—
Adrien: Si así quieres pensar por mi no hay problema.... Pero volviendo al tema principal, ustedes no conocen a nadie aquí, ¿Verdad?
Los tres se quedan callados.
Adrien: .... Me lo imaginé.... Tendré que ver que hacer con ustedes, ya que no puedo dejarlos a su suerte siendo que ustedes literalmente cayeron en mi jardín y además de que seguramente no tienen ni idea de donde están.
Terra pensaba que hacer, debía proteger a sus hermanos de cualquier cosa, el era el mayor, tenía 18 años en ese momento, Aqua apenas tenía 16 y Ventus tenía 10 años, no podía arriesgarse, así que decidió hacer algo imprudente.
Terra: Puedo trabajar para usted señor.
Adrien, Aqua y Ventus: ¿Qué? —Preguntan un tanto confundidos—
Terra: Puedo ver que tiene gente trabajando para usted.... Puede dejarme trabajar para usted y.... De esa manera podré ayudar a mis hermanos.... —Dijo mirando a Adrien, estaba decidido—
Adrien: —Dejó su copa de vino en la mesa y se levantó, caminó hacia Terra y se puso frente a el— ¿Qué te hace pensar que podrías hacerlo niño?, ¿Estás dispuesto a desperdiciar tu vida trabajando para mi, para un extraño al que apenas conoces?, ¿Estás dispuesto a aguantar todo lo que tengas que ver si trabajas aquí? —Preguntó inquisitivamente, a la par que usaba su mano para agarrar la barbilla de Terra y obligarlo a mirarlo directamente a los ojos— Es un si o un no niño.... No hay vuelta atrás.
Terra: —Volteó a ver a quienes consideraba sus hermanos de sangre, ellos lo veían entre expectantes y preocupados— (Las decisiones difíciles requieren voluntades fuertes....) Estoy dispuesto a ello —Dijo mirando a ese hombre, el cual había robado su atención a primera vista—
Adrien: Hmp.... Muy bien, solo no digas que no te lo advertí. —Dijo el pelinegro con una sonrisa leve—
Terra solo asiente, por un momento juró ver brillar aquellos hermosos ojos morados que se quedaron grabados en los más profundo de su ser.
