8. Pan con Café y Frutos

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—Su alteza —la voz rasposa de una mujer lo hizo salir de sus sueños, al abrir los ojos se asustó y miró a todas direcciones— debería arreglarse, hoy conocerá a su prometida —por supuesto que no lo haría, ni siquiera vería a aquella princesa —debería verse presentable, no queremos que la guerra estalle —el príncipe sólo soltó un fuerte suspiro antes de levantarse.

—Su alteza —la voz rasposa de una mujer lo hizo salir de sus sueños, al abrir los ojos se asustó y miró a todas direcciones— debería arreglarse, hoy conocerá a su prometida —por supuesto que no lo haría, ni siquiera vería a aquella princesa —debería verse presentable, no queremos que la guerra estalle —el príncipe sólo soltó un fuerte suspiro antes de levantarse.

Odiaba ver a Seonghwa tan triste y ni siquiera sabía por qué. Desde que se alejó de su lado, soñaba todas las noches con él y comenzaba a pensar que se estaba volviendo loco. Se preguntaba si Seonghwa estaría pasando por situaciones difíciles o si su partida había sido tan dolorosa como sus sueños le hacían creer.

El pirata no podía quitarse de la cabeza la imagen de Seonghwa sumido en la tristeza, y aunque intentaba convencerse de que no le afectaba, la verdad era que cada sueño dejaba una huella imborrable en su corazón.

Solo pensar en la posibilidad de que Seonghwa estuviera sufriendo por su ausencia lo llenaba de un sentimiento confuso. ¿Por qué le importaba tanto el bienestar de alguien a quien apenas conocía? A pesar de las preguntas que rondaban en su mente, una cosa estaba clara: algo en él estaba cambiando, y los sueños eran solo un recordatorio constante de la conexión que compartían, incluso a pesar de la distancia.

Hongjoong mordió el pétalo de la flor después corto los pétalos restantes para machacarlos y eso untárselo en los labios, ahora nadie podría notar su olor. Se convirtió en un Alfa.

Estaba guardando eso, cuando noto algo, uno de sus frascos parecía saqueado, fue entonces que se dio cuenta, dejo salir un jadeo. Decidió bajar, apenas arreglándose los pantalones. Ya en la sala llamo a todos. Hongjoong vio a Wooyoung entrar a la sala con cautela, había algo raro, pero decidió dejarlo pasar, ahora tenían un problema mucho más grande.

—Jongho está en celo —gruñó y todos parecieron palidecer— descubrí que faltaba un pétalo —estaba cansado de que Jongho hiciera lo que quisiera pensando ser invencible.

—Maldita sea —San restregó sus manos con frustración, estaba cansado de ser tan mal hermano— se me olvido por completo, como estaba actuando tan normal... —buscó la mirada de Yeosang y este le regalo una sonrisa para relajarlo.

Wooyoung notó cada pequeño gesto y tuvo que forzarse a no mirar.

—Tenemos que ir —dijo Yeosang y Hongjoong asintió de acuerdo.

Lejos, al otro lado, el aire está impregnado de un intrigante aroma a cerveza, madera ahumada y guisos cocinándose en la cocina. La barra de madera pulida está atestada de clientes, todos con una bebida en la mano, ya sea cerveza de barril, vino espeso o licores destilados.

El tabernero, un hombre de aspecto rudo pero amigable, sirve las bebidas con habilidad y rapidez, manteniendo a todos satisfechos mientras comparte chistes y anécdotas.

—Oye Mingi —hablo un hombre alto, su cabello negro resbaló por lo que bufo— te traje nueva mercancía— sonrió, el nombrado se acercó y le agradeció— vendré en la noche para ayudarte como prometí —sonrió, dejó las cajas y se acomodó el cabello.

—Por supuesto —miró hacia su amigo— Yunho ten cuidado, la última vez rompiste eso —dijo cuándo su amigo estaba por cruzar el umbral de la puerta.

—Ja ja ja, muy gracioso —se quejó mientras tomaba el borde de la puerta— por cierto, ten cuidado, últimamente tenemos más problemas, tal vez sea por culpa de los piratas —y con eso agitó su mano para irse, Mingi lo vio alejarse y soltó un suspiro, sabía que los piratas frecuentaban esos lugares así que debía prepararse por sí acaso, al menos Yunho llegaría en la noche para ayudar por sí algo sucedía.

This Is My DesireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora