23. Amenaza

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Ya estaban a punto de llegar a Fear, las olas eran cada vez más violentas y el agua ya se había pintado de rojo. 

Jongho despertó a mitad de la noche, empapado en sudor y sintiendo un calor abrasador en todo su cuerpo. Supo al instante que estaba en celo. Intentó controlar su respiración entrecortada, pero cada vez se volvía más difícil. Jadeó, tratando de calmarse, pero el calor era implacable y cada fibra de su ser clamaba por la cercanía de sus Alfas.

—Yunho... Mingi... —murmuró con voz temblorosa y llena de necesidad.

Ambos Alfas despertaron al oír el jadeo de su Omega. Al ver a Jongho luchando con su deseo, sus ojos cambiaron de inmediato, respondiendo de inmediato al celo de su Omega. Yunho se acercó primero, sus ojos llenos de preocupación y deseo.

—Jongho... —susurró Yunho mientras se arrodillaba junto a él, acariciando suavemente su rostro empapado de sudor.

Mingi, aún un poco aturdido por el sueño, se incorporó de forma rápida y se unió a Yunho. Ambos Alfas podían sentir la intensidad del celo de Jongho y sabían que sería una noche larga para los tres.

—Alfas —rogó sintiendo las lagrimas acumularse en sus ojos.

—Estamos aquí, Jongho —murmuró Mingi, acercándose aún más, sus manos grandes y cálidas comenzando a acariciar el cuerpo de su Omega, tratando de aliviar su tormento.

Yunho, con una mezcla de ternura y urgencia, se inclinó y besó la frente de Jongho, susurrando palabras de consuelo mientras sus manos exploraban la piel caliente de su Omega. 

Jongho se aferró a ellos, sintiendo el alivio parcial que sus toques le proporcionaban, pero sabiendo que necesitaría mucho más para calmar el fuego que ardía dentro de él.

Las olas seguían golpeando con fuerza, y el barco se sacudía con violencia, pero en ese pequeño camarote el mundo de Jongho se centraba únicamente en sus Alfas, en el consuelo y el deseo que solo ellos podían proporcionarle. 

En la mañana un barco procedente de Fear los atacó, derrotarlos resulto sencillo.

Jongho continúo ayudando, se sentía bastante bien a pesar de su celo, esto se debía a que sus Alfas se encontraban cerca, pero de igual manera las actividades que se le asignaron fueron poco exigentes y todos procuraban protegerlo.

—¿Puedes quedarte en la cama? —se quejó Yunho mirando como Jongho le enseñaba a Seonghwa disparar los cañones.

—Por favor acepten mis disculpas —Seonghwa de inmediato se avergonzó del ser el causante de otra de las tantas peleas que estaban teniendo esos tres.

—No te disculpes, yo me ofrecí —gruñó Jongho, no le gustaba para nada que Yunho tratara de mantenerlo en cama durante todo el tiempo, gracias a la marca su celo era más controlable que antes, así que no debían preocuparse.

—Jongho, por favor —su Alfa lo miro y a pesar de rodar los ojos, Jongho no pudo desobedecer. Se encaminó hacia Yunho— sé que te gusta ayudar, pero debes descansar, no solo es tu celo y lo sabes —intentó llevarlo consigo, tirando de su brazo en dirección a Mingi, pero Jongho se resistía.

Seonghwa continuo con los cañones, no quería causar muchos problemas, menos a ellos tres. El celo de Jongho estaba siendo más duro, en el sentido de que el menor quería seguir ayudando y los Alfas estaban detrás de él a cada rato. Ya había sido capaz de escuchar los gritos y prefería evitarlos a toda costa, ahora no los necesitaban peleados.

—Llamamos mucho la atención —bufó Yeosang mirando con su catalejo, estaban cada vez más cerca de Fear, pero parecía ser que todos conocían ya su barco, no era algo descabellado puesto que fue su base durante mucho tiempo.

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