36. Ceremonia de Unión

182 21 8
                                    

Jongho despertó con un sobresalto al sentir los dientes de Yunho hundirse en su cuello, arrancándole un gemido involuntario. Intentó apartarse, pero Yunho lo atrajo más hacia él; rodeándolo con sus brazos fuertes. Jongho miró hacia donde estaba Mingi, quien también abría los ojos con lentitud.

—¿Los síntomas empezaron? —preguntó Mingi con voz ronca y Jongho asintió con dificultad.

Los síntomas pre celo de Yunho eran un poco complicados, en el sentido de que se volvía terriblemente posesivo y le gruñía a cualquiera que no fueran sus parejas, al principio había sido difícil manejarlo. Pero Mingi supo con exactitud qué hacer y ayudó a Jongho en todo momento, la primera rutina que pasaron juntos irritó bastante al Omega, pero pronto se enamoró de su Alfa posesivo, Mingi por su parte disfrutaba de molestar a su Alfa por eso.

—¿Podemos cambiar de lugar? —rogó el Omega, sintiendo los dientes rasgar su piel y el aliento caliente de Yunho en su oído.

—Es tu turno —se burló Mingi, dándose la vuelta para volver a dormir, Jongho frunció el ceño, pero no tuvo más remedio que aceptar, de todas formas, ambos sufrirían la posesividad de Yunho llegado el momento.

Yunho siguió durmiendo mientras mordía de forma inconsciente a su Omega, marcándolo como suyo. Mingi se acercó un poco más y extendió su brazo para acariciar el cabello de Yunho, quitándole aún más espacio al menor, lo que provocó que se pegara aún más al pecho desnudo del mayor, sacándole otro gemido.

—Oye —Jongho se quejó, haciendo reír al Alfa.

—Shh, lo vas a despertar —le susurró— No queremos despertarlo, ¿o sí? —su otra mano tomó la de Jongho.

—No —el menor le daba la espalda a Yunho, por lo que para el otro era más fácil morderlo. Yunho agarró con fuerza la cintura del menor, y este jadeó de nuevo, haciendo reír a Mingi— Deja de reírte —sus mejillas se tiñeron de rosa.

—Es lindo verlos —dijo de repente. Después de su pelea, había tenido miedo de que algo cambiara.

—Te voy a golpear —se quejó el menor de nuevo. Mingi solo sonrió antes de cerrar los ojos, tratando de volver a dormir. Jongho bufó, pero tomó la mano libre de Mingi.

Tendrían la mañana solo para ellos en su refugio.

El camarote era pequeño y oscuro, con una cama de madera que crujía cada vez que se movían. El olor a salitre y sudor se mezclaba con el aroma de las velas y el incienso que habían encendido para disimular el hedor de la sangre y el semen.

El aire estaba cargado de tensión y deseo, y los gemidos y gruñidos de los tres se escuchaban por todo el barco.

Cuando el sol comenzó a ocultarse, fue que se divisó a lo lejos su tan ansiado descanso,

—¡Llegamos! —Yugyeom señaló la tierra que se veía a lo lejos, llamando la atención de su cachorro quien apenas había salido a la cubierta junto a Jinyoung.

Ya era tarde y en verdad todos deseaban llegar a tierra, además de los diversos desastres con los niños, todos parecían más cansados de este viaje que de costumbre.

—¡Justo a tiempo! —expresó Hongjoong sintiendo sus mejillas todavía rojas por todo el ruido que habían tenido que soportar.

Había intentado ignorar los gemidos que se escuchaban, pero la verdad es que eran bastante ruidosos, por lo que al final había optado por limpiar un poco su desorden, cuando Jinyoung fue a buscarlo para hablar de algunas cosas que tenían que ver con su nueva situación de príncipe consorte.

—No trates de robarme a mi hijo —Yugyeom abrazo a Hongjoong de manera posesiva, haciéndolo reír.

A decir verdad, Hongjoong seguía sintiéndose un poco extraño con las muestras de afecto de sus padres, no por nada en específico. Solo se había acostumbrado tanto a la idea de que sus padres no estarían a su lado, que a veces le costaba aceptar que estaban a su lado.

This Is My DesireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora