34. Rescate

173 20 2
                                    

Un día en el mar y el trío parecía no ir a ningún lado. Seonghwa suspiró, observando cómo, a pesar de todo, Jongho se dedicaba a ayudar con pequeñas cosas en el barco.

—Creo recordar haberte dicho que no te movieras mucho —bufo Yeosang mirando a Jongho con reproche.

—No me he movido mucho, solo necesitaba hacer algo —mustio, cansado de estar acostado y solo había pasado un día...

Estaba seguro de que moriría si no hacía nada.

—Tampoco ha querido ver a Yunho —la voz de Seonghwa hizo que el menor frunciera los labios.

Seonghwa había estado con él desde que decidió salir de su camarote, había querido hacer que se fuera porque podía hacer las cosas por sí solo, sin embargo, Jongho no lograba convencerlo para que lo dejara en paz.

El príncipe pareció decidido a, que como Mingi estaba ocupado en la cocina y Jongho seguía molesto con Yunho, pues lo mejor era que él estuviera protegiéndolo, aunque en realidad solo vigilaba mientras revisaba los cañones.

—Sé que estás molesto, pero esto no le está haciendo bien a tu cachorro —Yeosang miró como el menor bajaba la mirada y comenzaba a jugar con su collar bastante abatido— solo... —se calló en cuanto la escotilla hizo un ruido

—Lo sé —la escotilla se abrió en ese momento dejando ver a Yunho quien subía a la cubierta con pasos pesados, como si cada escalón le costara más esfuerzo que el anterior.

La tensión en el aire casi se podía cortar con una espada, y su presencia parecía cargarla aún más. Su mirada se encontró con la de Jongho, quien, a pesar de la molestia, no pudo evitar sentir un ligero pinchazo de dolor al ver a su Alfa en ese estado.

Jongho apretó los puños, indeciso entre la ira persistente y el deseo de entender a su Alfa. Yunho se detuvo a pocos pasos, mirando a Jongho con una expresión suplicante, como si sus ojos fueran un ruego mudo para ser perdonado.

Hubo un momento de silencio antes de que Yeosang se moviera incómodo.

—Vámonos —Yeosang tomó a Seonghwa y lo jalo lejos de la cubierta, era mejor estar apartados y darle espacio a esos dos para que al fin pudieran arreglar sus problemas.

Jongho se quedó en silencio, observando cómo Yeosang y Seonghwa se retiraban de la cubierta, dejando que la brisa marina enfriara la tensión que flotaba en el aire. Su mirada se dirigió al horizonte, tratando de ignorar a Yunho.

Su Alfa le había herido parte de su orgullo como guerrero de Aurora, le había hecho sentir débil, así que no estaba dispuesto a aceptar sus disculpas tan fácil.

Como Omega de Aurora, no estaba dispuesto a dejar que un Alfa le hiciera bajar la cabeza.

Aunque...

Tal vez ese no era del todo el problema. Sí, le había afectado, pero le afectó aún más por todo lo que había pasado con Killing, se había sentido tan inútil, como un simple objeto...

El viento revolvió su cabello mientras cerraba los ojos, recordando cada palabra de Yunho, cada gruñido que lo había hecho bajar la cabeza. Esa sumisión forzada le recordó las terribles lecciones que Killing había intentado inculcarle: que los Omegas eran solo objetos, débiles y destinados a servir. Jongho se había esforzado tanto por demostrar que eso no era verdad, era un guerrero.

El más fuerte de todos...

Y sin embargo, en ese momento, Yunho lo había hecho sentir como si todo su esfuerzo hubiera sido en vano. El Alfa no lo había visto como un guerrero de Aurora, sino como un Omega más, alguien que debía ser controlado y protegido, aunque Jongho sabía que podía pelear.

This Is My DesireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora