This Is My Desire

19. Confrontación

Yeosang abrió la puerta, pensando que se encontraría con una escena desagradable, pero tuvo que retener su sonrisa al ver a Jongho dormir en medio de sus Alfas, como si nada hubiera pasado, decidió que luego se disculparía por la confrontación de hace rato.

Salió de puntillas y antes de que llegara a su camarote, Wooyoung lo retuvo, frunció el ceño.

—San está en celo ¿Recuerdas? —le gruñó y Yeosang comprendió un poco que era lo que pasaba por la cabeza del Alfa.

—Lo sé —rodó los ojos, quería ayudar a San, pero era incorrecto y no aprovecharía su posición para avanzar, quería que San eligiera, camino ignorando a Wooyoung. Solo quería oler un poco, además tenía que sacar su cuchillo que olvido.

Camino hasta que el olor se hizo insoportable.

No podía entrar, su propio aroma reaccionó haciéndose más dulce, por lo que supo que San lo pudo percibir, se avergonzó y decidió alejarse.

Se había vuelto loco, por supuesto que nunca debió acercarse, como se mencionó él no estaba a gusto aprovechándose del estado de vulnerabilidad del Alfa, pero a pesar de sus pensamientos, había decidido acercarse con el pretexto de un cuchillo.

Eres un idiota. Se regañó, bastante molesto por sus acciones.

Por fortuna el celo de los Alfas solo duraba dos días, a diferencia de los celos largos de los Omegas

Hongjoong bostezo, sus ojos se encontraban cerrándose, sin lograr conciliar el sueño, su intuición le decía que algo malo le sucedía a Seonghwa.

Tomó un poco de alcohol tratando de disipar el sueño con eso, pero continúo cabeceando, pestañeando demasiado lento, miró a su alrededor dándose cuenta de que la mayoría se encontraba durmiendo. Debería haber hablado con sus amigos para intercambiar el puesto, pero ya era demasiado tarde.

Para su suerte llegaron bastante rápido al reino de las Hojas, aunque gracias a las prisas habían sufrido bastantes golpes, dejó escapar un suspiro cuando vio el puerto, la luna brillaba sobre ellos cuando anclaron, no le importaba nada más.

—Eres un pirata astuto al venir de frente —la voz de un Alfa sorprendió a Hongjoong, aunque no debería pues todos los reinos poseían seguridad— pero no dejaremos que entres.

—No venimos a causar problemas —dijo Yeosang sabiendo que Hongjoong estaba apurado— será mejor que nos deje pasar —miro mal al Alfa y este sonrió.

—Tengo ordenes —murmuró mientras dirigía su vista al capitán, lo reconocía con facilidad por el sombrero desgastado.

Había visto carteles donde se le buscaba por un precio alto, tal vez podría adquirir la recompensa por atraparlo, después de pensarlo un poco supo que sería mala idea, conocía su fuerza y aunque podría con uno, no con toda la tripulación.

—No puedo dejar entrar a seres que puedan alterar la paz —aun por las dudas sostuvo su espada con firmeza.

—¡No entiendes! Necesito entrar ahora, Seonghwa está en peligro —Hongjoong le gruño y el Alfa se sorprendió, la mirada del capitán era dura, pero se veía la preocupación, de alguna forma le intimidó y bajó la cabeza— si alguien más se entromete no dudaré en matarlos —le dijo mirándolo unos segundos más antes de retomar su camino— necesito entrar, chicos prepárense —era la primera vez que estaba dentro, para su suerte era media noche así que nadie deambulaba por ahí.

—El castillo está muy lejos —murmuró Yunho mirando a lo lejos, tardarían al menos días en llegar caminando.

—Robaremos caballos o yo puedo transformarme —dijo Jongho con una sonrisa, Hongjoong asintió, se ahorrarán bastante tiempo, aunque todavía tardarían— San dijo que nos alcanzará así que no debemos preocuparnos.