This Is My Desire

17. Amor de Jóvenes

Hongjoong gruñó al darse cuenta de que venían en busca de su Alfa, miró hacia este y pudo ver que también estaba preocupado.

No podía creer que atacaran justo ahora, justo cuando al fin estaba consiguiendo algún avance con Seonghwa, llevo una mano a su rostro con notable frustración.

—Quédate aquí —ordenó Hongjoong y Seonghwa solo pudo asentir, antes de escuchar de nuevo el sonido de un cañón siendo disparado.

El Omega salió con brusquedad, enseñando su espada, los demás parecieron alertarse en cuanto percibieron el fuerte olor de Hongjoong, aunque en realidad era una combinación del suyo y el de Seonghwa.

—¡Regresen al príncipe! —gritó el capitán del barco contrario, Hongjoong formó una sonrisa escalofriante, apretando su empuñadura, la cual se veía gastada, diferente a la brillante del Alfa.

—¿Tú quién eres? —preguntó con voz burlona, mirando con atención cada uno de sus movimientos para prevenir los posibles ataques, miro como movía la mano hasta su mosquete y sonrió cuando lo vio dudar.

Sería tan fácil matarlo.

—Vengo en representación del rey de Fear —gritó mientras sacaba su espada, esto terminaría en un mar de sangre, Hongjoong supo con solo ver los movimientos que el Alfa en realidad, había sido entrenado con dureza, pero que pocas veces estuvo en una batalla real.

—Solo soy un pirata ¿Por qué vendría alguien tan importante? —miró de reojo a sus amigos y supo que estaban listos para atacar, tenía una gran ventaja que los de la realeza jamás verían.

San se encontraba oculto en la canastilla, esperando su oportunidad para empezar, Wooyoung se localizaba cerca del timón, con el mosquete en mano siendo protegido por Yeosang, Jongho se hallaba más cerca de la orilla, sabiendo que podría atacar más rápido ahí. Hongjoong se sorprendió un poco al ver que los Alfas también estaban ahí, detrás de Jongho.

—Sabemos que tienes al príncipe —gruñó el Alfa— créeme que no quieres meterte con el rey —amenazó haciendo reír al Omega, no importa que pudiera ocasionar, en ese momento solo quería matar a ese irritante Alfa y volver a su camarote junto con Seonghwa.

Necesitaba escuchar la respuesta del príncipe.

Jongho miró sorprendido a Hongjoong, pensó que entregaría a Seonghwa, pero parecía ser que se equivocó, lo estaba protegiendo para que no lo alejaran. el Omega menor se sintió un poco aliviado ahora, por fin su capitán estaba haciendo algo para sí mismo.

Hongjoong sabía que estaba cometiendo una locura, un crimen que podría causar toda una guerra, pero no le importaba, ahora al fin se daba cuenta de lo tanto que necesitaba a Seonghwa.

Sabía que estaba arriesgando todo lo que tenía, su libertad, su vida y, ahora lo comprendía, incluso su corazón.

Y aunque las olas del mar enfurecido amenazaban con arrastrarlos a ambos, él estaba dispuesto a luchar con todas sus fuerzas para proteger lo que ahora sabía que era lo más preciado en su vida: el corazón del príncipe que había conquistado el suyo.

Las espadas de Hongjoong y el Alfa chocaron con un estruendo metálico, desencadenando una lluvia de chispas que marcó el inicio del caos. El aire se llenó con el acre olor a pólvora, tan penetrante que ahogó el aroma de sus amigos que solía reconfortar a Hongjoong en batalla. Sin embargo, entre el humo y la confusión, el distintivo perfume de Seonghwa persistía, un faro inesperado en la tormenta de acero y fuego.

—¿Qué es lo que buscas en el príncipe? ¿Riquezas? ¿Dominio? —rugió el Alfa, empujando con fuerza, intentando desequilibrar a Hongjoong.

—Yo no lo tengo — respondió Hongjoong con un gruñido, resistiendo la embestida.