16. Peine

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Seonghwa de repente recordó algo, su mamá le había dicho que si algo malo sucedía siempre podía ir a una tribu, lejos de todo, era una pequeña isla cercana al reino Emberglow y no tenía demasiados habitantes. 

La tribu de los Cuervos.

—Es menester que partamos —musito Seonghwa señalando el punto en el mapa.

—¿Seguro? —Yeosang miró el lugar, era todavía más difícil ingresar que en Aurora— confiaré en ti —murmuró y el Alfa se sintió feliz, su olor lo delató haciendo reír al Omega.

—Pareces un cachorro —sonrió Yeosang, parecía ser que el Alfa había vivido sin tener que mirar los horrores de la post guerra— mantente así, nos viene bien alguien como tú, en especial a Hongjoong —dicho esto, se retiró del camarote del capitán— ¡Wooyoung, nos vamos a las islas Cuervos, fija el rumbo! —grito y el Alfa asintió antes de mover el timón.

Wooyoung conocía el mapa mejor que nadie, había estudiado durante tanto tiempo ese papel que se sabía las coordenadas de memoria, ahora solo veía el mapa por mera costumbre.

Y a pesar de que en el mapa no se encontraba aquellas islas, con lo que Seonghwa explicó era suficiente para intuir donde se encontraban, en el norte de Aurora y el suroeste de Emberglow

—¡Rocas a babor! —grito Jongho mirando con el catalejo, Wooyoung giro el timón sin mucha presión, esquivando cualquier cosa que dañara el casco del barco.

Llegarían en unas semanas, si el viento estaba a su favor y así parecía ir todo, así que no se preocuparon de preguntar porque Seonghwa había elegido ese lugar.

—¡Mini, mira, mira! —llamó Jongho al Alfa y este alzó la mirada para prestar su atención a lo que señalaba Jongho— que tonto soy, toma —le dio su preciado catalejo y Mingi imitó lo que había visto hacer a Jongho varias veces.

—¡Tierra! —emocionado siguió observando, dándose cuenta de que esa isla era diferente— la flora es extraña —murmuró sin perder la atención, Jongho sonrió mirando a su Alfa.

Yunho estaba ocupado en la bodega reparando un pequeño golpe que había recibido el barco, seguro también le hubiera gustado ver la imagen.

—Esto es sorprendente —Mingi miró las pequeñas hadas como apenas partículas, pero podía distinguirlas por la luz que irradiaban. Trabajan en la flora de aquella isla.

—Te dije que el mar es asombroso —musito Jongho un poco divertido al escuchar la voz de su Alfa tan emocionada.

—¡Llegaremos mañana! —grito San calculando más o menos la distancia.

Habían pasado ya un tiempo desde que se fijó como destino la tribu Cuervo, así que todos esperan ansiosos que la predicción de San se hiciera real, a pesar de amar el movimiento del barco, los suministros comenzaban a terminarse.

—Mierda —Yeosang escucho el estruendo de un cañón ser disparado.

—No creo que aguante una pelea —Yunho subió corriendo, mirando preocupado a los demás— la fuga es muy grande para repararla con lo que tengo —bufo, si tan solo tuvieran más materiales podría arreglarlo, pero se habían casi acabado en la batalla anterior.

—Necesitamos ir más rápido —murmuró Wooyoung y vio una corriente, era peligroso, sin embargo, también era peligroso esperar a sus enemigos— tomaré este atajo —sonrió girando con fuerza el timón, haciendo que todos se sujetarán con fuerza.

—¡Avisa primero! —gruñó Yeosang mirando que todos estuvieran bien, la risa de Wooyoung solo lo hizo arquear su ceja, un poco molesto mientras seguía abrazado a un poste.

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