MI DECISION IV

Capítulo 14

Capítulo 14

María escuchó sollozar a su suegra y decidió que tenía que ser fuerte.

Otro de los asuntos es que estaban solos en el castillo, es decir, con sirvientes, pero sin familia cerca.

M: mamá, cálmate... Estaremos allá lo más pronto que podamos...

Sofy: mami, ¿qué pasó??

M: tu abuelo Rafael va para el hospital...

Sofy: ¿qué tiene??

M: un dolor muy fuerte... No sabemos aún...

Sofy: tenemos que ir a verlo...

M: sí, voy a ver cómo le aviso a tu papá. Ayúdame recogiendo nuestras cosas, por favor mi vida...

Sofy: sí... Sí mami...

Reina: ¿Pasa algo, María...?

M: es mi suegro, lo llevan para el hospital, ase siente muy mal, ¿hay alguna manera de que nos busquen aquí?

Reina: de ninguna manera, ahora pido que regresemos a puerto...

M: intentaré comunicarme con Esteban...

Reina: si no lo consigues podemos tratar por radio...

M: sí, gracias...

Y aquello de las regatas era bastante complejo, pedían total concentración y trabajo en equipo, sobre todo por las velas.

Esteban no contestó el celular, por lo que tuvieron que comunicarse por radio.

"Sr. Presidente, su esposa tiene algo importante que decirle..."

En medio de una competencia así, debía ser de vida o muerte.

E: María, ¿qué sucede...?

M: tu papá va camino al hospital... Con un dolor en el pecho...

Entonces ella escuchó la voz firme de su marido.

E: necesito regresar a puerto, es una emergencia.

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Cuestión de minutos, para que atracaran y el presidente saltara de la embarcación a donde ya María lo esperaba.

Se abrazaron, a ambos les dolía saber que Don Rafael estaba mal, ademas de la angustia que Doña Sofía estaría pasando.

Pero él como hombre y sucesor de su papá debía ser fuerte y mantener segura y protegida a su familia.

E: vamos... Tenemos que ir con mis papás...

M: el avión debe estar listo...

E: ¿y los niños?

M: nos esperan en el coche...

E: ¿y Gabriel? ¿Viene o se queda?

Su hijo era ya un hombre, a punto de casarse y respetarían lo que decidiera. Quedarse con su prometida o ir con ellos.

Pero habían crecido con un sentimiento tan arraigado a la familia, que María no dudaba lo que haría el chico.

Ga: gracias por esperarme... Vamos... ¿qué tiene el abuelo??

M: tu abuela iba muy nerviosa, no pudo explicarme bien, pero iban camino al hospital...

E: vamos... No podemos perder tiempo...

En la camioneta blindada se encontraron a los niños llorando, los 3 abrazados.

E: todo va a estar bien, mis amores...