Capítulo 9

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Capítulo 9

Esteban le sonrió... Y se acercó hasta secarle la lágrima que estaba por caer.

M: mi amor...

E: ¿qué tal...?

M: yo iba a preparar todo, Esteban..

E: si tú no pudiste, pude hacerlo yo... Y créeme que es un placer para mí...

Y María fue la primera en besarlo... Tenía un esposo increíble...

M: siendo presidente te tomas tiempo para hacer este tipo de cosas...

E: porque es para ti... Solo por eso...

M: te amo, Esteban... No me canso de decírtelo...

E: ni yo de escucharlo...

M: eres el hombre de mi vida...

En media cama, Esteban se tomó el tiempo para rociar pétalos sobre el cuerpo desnudo de su esposa...

Le había prometido una cita, romanticismo, pues tendría eso y mucho más...

Su boca se apoderó de la de ella... Y las manos de María se apoderaban del cuerpo de su marido...

Su pecho... Sus fuertes brazos... Viajando hasta su virilidad...


"Y es que no sabes lo que tú me haces sentir

Que no hay momento que yo pueda estar sin ti

Me absorbes el espacio, despacio me haces tuyo

Muere el orgullo en mí,

Y es que no puedo estar, sin ti..."


El placer se fue construyendo... Y los besos tiernos se estaban tornando apasionados...

María gimió... Uno de sus senos fue estrujado por la mano de Esteban... Pero le causó una llamarada que le recorrió todo su ser...

La punta de su miembro se abrió paso entre los muslos de su amada y la invadió con fluidez...

Rodeados y parcialmente cubiertos por pétalos de rosas...

Las copas vacías y la botella de vino sin destapar, pero no era eso lo importante, sino lo que sucedía en el inmenso lecho...

Él cubriéndola con su cuerpo y moviéndose a un ritmo sensual... Las manos de María guiándolo en las embestidas, aunque no necesitaba ayuda, la verdad...


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Mañana siguiente y tenían un desayuno familiar.

A modo de despedida para Gabriel pues saldría de viaje antes del mediodía.

María y Esteban todavía traían fresco y vivo el recuerdo de lo de anoche. Ambos estaban al pendiente de sus familias, pero lo de ellos era simplemente inexplicable...

Él tomó una mano de ella sobre la mesa y se sonrieron... La mayoría de los que estaban sentados en la mesa vieron cuando Esteban le besó la misma mano.

Sr.SR: esta mañana nos toca brindar con café, creo...

Rafa: ¡con jugo, abue!

Sr.SR: muy buena opción, hijo... Quiero que brindemos por nuestro querido Gabriel y le deseemos lo mejor de la vida en esta nueva etapa que está por comenzar...

MI DECISION IVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora