Capítulo 32

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Capítulo 32

La cara de Esteban fue de alegría y hasta emoción...

E: María, eso es fantástico... Aceptaste, ¿no es así??

M: no...

E: vamos, tienes que aceptar... Así nos tengamos que mudar a Europa...

M: ¿de verdad no te importaría...?

E: allá está la sede, ¿no?... Pues nos vamos...

María lo abrazó, no esperaba menos de él.

M: bueno, la colaboración será desde aquí... Aunque naturalmente tendré que viajar a la sede de vez en cuando...

E: eso no es ningún problema... Laura sigue encargada del buffet, y de las fundaciones puedo ayudarte yo, mis papás, aún Gabriel y Fer...

M: ellos están empezando su propio camino con nuevos proyectos, Esteban... Y tus papás ya nos han ayudado tanto...

E: entonces yo solo lo hago...

M: ¿estás seguro...?

Porque aunque ya no era presidente, tenía bastantes reuniones, entrevistas, conferencias que dar...

E: sí... Quien debe estar segura eres tú... Tu labor es conocida por todos... ¿y sabes algo? No es gracias a tu papá ni a mí, es por tu propio mérito...

M: traje los documentos que me enviaron, ¿quieres leerlos conmigo...?

E: claro que sí... Ven... Pongámonos cómodos... (Buscando sus anteojos)

María colocó sobre la mesita de centro los papeles mientras Esteban ya se había sentado.

Leyeron y revisaron lo que serían sus funciones. Era algo que ya desde antes hacían al María ser abogada y experta en las leyes.

M: ¿qué te parece...?

E: ¿quieres hacerlo...?

M: sí... Esteban trabajé ya en la justicia del país, el más importante del mundo, pero ahora será a nivel mundial... Los casos son más políticos, más complejos...

En resumen, un reto profesional para ella...

E: lo sé... Y tú estás capacitada para eso... Quizás no lo sepan o se lo imaginan, pero siempre estuviste al tanto de los problemas que tuve y que tuvo el país y el mundo durante mis 2 mandatos presidenciales...

M: sí, me lo contabas todo... Aunque cuando eran asuntos de estado me lo contabas después...

E: estás preparada y calificada para este puesto, mi vida...

Pero, estaba la familia... Y un alto porcentaje de mujeres anteponía su familia al ámbito profesional... Y no es estuviera bien o mal, cada mujer tenía el derecho de decidir...

M: pero pienso en los niños...

E: ellos ya se sienten orgullosos de ti, pero lo harán mucho más cuando sepan el trabajo que harás... Mi amor, acepta... Yo te voy a apoyar en todo... Te lo prometo...

Y Esteban encontraba solución para lo que fuera, quizás porque tenía poder, contactos y posibilidades, o porque quería que su mujer aceptara esa propuesta, le llamaba la atención ese nuevo cargo, lo había notado en su voz.

E: tenemos el avión y te tomará 30 minutos llegar a New York, 30 para volver... Y cuando tengas que ir a la sede, viajaremos a Europa...

Así de fácil...

MI DECISION IVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora