Los oídos le pitaban a todas horas, ¿Sería porque a todas horas habría alguien hablando mal de ella?
Aunque no lo mostrase en público, ella sufría mucho con cada crítica, cada palabra, cada desprecio hacia su persona. Su almohada era testigo de todo su dolor, la música se convirtió en su mejor amiga. Se convirtió en su droga, una adicción que llevaba consigo allá a donde fuera. No sólo era una forma de expresarse, sino también una forma de escapar de este mundo, de dejar volar su imaginación, de dejar la mente en blanco, de disfrutar mientras pudiera, algo de lo que nadie le iba a poder privar. Su vida se resumía en la música y las letras definían al milímetro como se sentía. Siempre había sido algo importante para ella, pero quizá hasta que todo empezó a torcerse no supo leer entre líneas y ver más allá de lo que la canción decía. Algo bueno tenía que sacar de tanta mala racha, ¿no? Aunque eso no borraría su dolor ni repararía su corazón, tampoco le traería de vuelta a la chica insegura pero alegre que antes era, o al menos no por el momento.
Empezaba a echar de menos a la chica que era antes, y eso que en su día quiso dejar de ser ella misma. No aguantaba que la tuvieran como la chica rara que a diferencia del resto, no se había molestado en probar el alcohol y rechazaba un cigarro cada vez que se lo ofrecían. Lo mismo todo hubiera sido diferente si ella no fuese tan distinta. Si hubiese aceptado ese cigarro, si hubiese sustituido la botella de coca cola por una de vodka. Quién sabe, quizá si su comportamiento hubiera sido diferente, si hubiese sido menos responsable, ahora estaría rodeada de gente.
¿Estaría a tiempo de cambiar todo aquello? Puede que si dejase de ser esa chica tan aburrida que la gente veía la volverían a aceptar. Fumar, beber, salir de fiesta nunca le habían llamado la atención, pero... Para todo hay una primera vez o eso decían.
Para ello tenía que dejar de ser tan responsable y convertirse en la típica chica mala que pasaba de todo.
En primer lugar necesitaba tirar todo su armario y reponerlo por completo con pantalones caídos, algún que otro pitillo, camisetas con logos de bandas de rock de esas que tanto se llevaban por el momento y con sudaderas de chicos de esas que tanto le enamoraban a las chicas.
Otra cosa que debía reponer eran sus zapatos. Era hora de dejar de lado esos zapatos tan cursis y empezar a vestir con vans, botines... Un cambio radical era lo que necesitaba.
Empezó a sacar todo lo que había en su armario, lo vació por completo y luego les pediría dinero a sus padres y se iría al centro comercial. Lo que le asustaba un poco era la reacción de sus padres ante semejante situación.
¡Qué coño! - pensó. Pienso exigirles que me den dinero, llevo meses sin pedirles nada ¡me lo deben!
- ¡mamá!
- Dime.
- ¡Ven!
- Ven tú que yo ahora no puedo.
-¡Mamá que vengas!
- ¿Se puede saber qué quieres?- ¡Necesito ropa!
- ¿Y eso a qué viene ahora?
- Necesito ropa nueva la mía está anticuada.
- Venga Ash no digas tonterías. Tienes un montón de ropa que apenas te pones ¿y todavía quieres más?
- Bueno que, ¿me vas a dar dinero o se lo voy a tener que pedir a papá?
- Ni yo ni tu padre te vamos a dar dinero, que te quede claro.
- Eso ya lo veremos. Ahora vete que tengo cosas que hacer.
Y tras irse su madre le dio un golpe a la puerta.- En cuanto papá cruce la puerta me abalanzaré sobre él y le daré un buen abrazo de esos que le solía dar cuando apenas tenía un par de años y hacía ya mil que no le daba - pensó Ashley.
Se pasó el resto de la tarde planeando ese cambio. No solo necesitaba ropa, también tenía que ir a la peluquería.
Pero.... ¿Y si después de todo esto siguen rechazándome? - Se preguntaba
- Mamá.
- ¿Ahora qué quieres?
- ¡Pídeme hora en la pelu!
- ¿Para?
- No sé para ver si me ligo al peluquero no te jode ¿para qué va a ser?
- ¡Te estás ganando un fin de semana sin salir!
- Cuidado... Un fin de semana sin salir, como si fuese algo nuevo- dijo por lo bajo.
- Bueno tú encárgate de pedir hora para lo antes posible.- Ya veremos.
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El Juego Del Ahorcado
Teen FictionY de la noche a la mañana todo cambia, todo lo que tenías se esfuma, y tú dejas de ser. Sientes como tu vida se te escapa de las manos y no puedes hacer nada para remediarlo, sientes como a medida que el tiempo corre, te descompones y con cada respi...